PP-Vox: la doble cara de una relacin al lmite en el Ayuntamiento de Valencia y blindada en el Gobierno autonmico


Los test de estrs se popularizaron tras la crisis econmica de 2008 como la prueba de resistor a la que tuvieron que someterse los bancos para demostrar su resiliencia frente a un tablas de turbulencias. Y a un serio test de estrs est sometiendo Vox al PP en el Cabildo de Valencia. Los de Santiago Abascal acaban de exigir a la alcaldesa, la popular Mara Jos Catal, el cumplimiento del pacto de gobierno, tras semanas de desencuentros en las que la tensin entre entreambos socios no ha hecho sino aumentar. Una situacin que, sin secuestro, contrasta con la imagen de gobierno compacto que traslada la Generalitat de Carlos Mazn.

Segn su lugarteniente en el partido, el secretario común del PP de la Comunidad Valenciana, Juanfran Prez Llorca, las discrepancias entre entreambos socios en la cuadro particular y autonmica son “muy respetuosas”. Segn la mano derecha de Mazn, PP y Vox “en algunas cuestiones estn en las antpodas”. “Pero lo importante es que el Gobierno valenciano funcione como un liga”, apunta Prez Llorca.

Y, de hecho, entreambos partidos registraron recientemente en las Cortes Valencianas cuatro proposiciones de ley sobre educacin, transparencia, “concordia” y la radiotelevisin autonmica que implican una reforma en toda regla de las principales polticas puestas en marcha por la izquierda en los ltimos ocho aos. La finca proposicin de ley, la relativa a la Agencia Valenciana Antifraude, lleva slo la firma del PP, pero sin ms problemas ni consecuencias para la relacin entre entreambos socios.

En los dos partidos se asegura que aceptan con ciudadanía las diferencias, de las que incluso puede dejarse pblicamente constancia, aunque siempre y cuando el mensaje del Consell de Mazn sea nico. El vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera (Vox), ha hecho algn muestra de marcar distancias con el discurso de Mazn, al que en todo caso ha elogiado diciendo que correctamente podra estar en Vox.

Barrera solo ha cuestionado a Mazn en ocasiones puntuales (contra una campaa LGTBI, por ejemplo) y nicamente para dejar claro que no estaba de acuerdo con una determinada poltica, no para tumbarla o intentar bloquearla como suceda en el susodicho tripartito de izquierdas. PP y Vox, por el contrario, han situado en las Cortes el tablas para abonar sus discrepancias cuando sea necesario, en un intento de proteger el Gobierno autonmico de las crisis internas que siempre achacaron al Consell de Ximo Puig.

Vicente Barrera (Vox) y Carlos Maz
Vicente Barrera (Vox) y Carlos Mazn (PP).EFE

Ahora correctamente, es en el Cabildo de Valencia donde Vox ha tensado al mximo la relacin con su socio de gobierno y, en particular, con la alcaldesa. Si Mazn y Barrera presumen de sintona y buena relacin, Catal y Juanma Badenas no pueden sostener lo mismo. El portavoz de Vox y segundo teniente de corregidor tard cuatro meses en poder firmar el pacto con Catal, mientras que Mazn sell un acuerdo en cuestin de das y por sorpresa.

En el caso de Catal y Badenas, son viejos conocidos que ya coincidieron hace aos en la Consejera de Educacin en los aos previos al alteración poltico de 2015. No acabaron correctamente, porque Badenas era rector de la Universidad VIU cuando Catal decidi venderla a Planeta en 2014, en plena ola de recortaduras.

Pero la vida y la poltica dan muchas vueltas, y entreambos volvieron a encontrarse en el Cabildo de Valencia. Si Mazn no se ha manido nunca directamente atacado por Vox, Catal ha tenido que or de Badenas que su venida al consistorio -cuando el PP an intentaba administrar en minora- solo grano servido para “prolongar la era Rib”.

Los primeros meses de gobierno de coalicin han estado plagados de rifirrafes entre Catal y Badenas. El ltimo y ms sonado ha tenido directamente repercusiones sobre las inversiones del Cabildo, incluida una partida para afectados por el incendio de Campanar.

Han tenido que retrasarse tras ausentarse Vox esta semana del pleno municipal en un claro desafo a Catal. La razn, una disputa entre PP y Vox por las competencias de empleo (en manos de Badenas), y que ha fracasado con la salida de la Fundacin Valencia Activa de la que era su apoderado y persona de confianza de Catal, Isabel Rubio, recolocada ahora en Alcalda.

Para el portavoz del equipo de gobierno municipal, Juan Carlos Distinguido (PP), el pacto entre PP y Vox “no est en peligro”. El mismo argumento esgrimen en Vox que, al menos en el mbito particular, no renuncia a un marcaje al PP para evitar perder protagonismo y superar en visibilidad. El pacto, de momento, soporta el test de estrs.

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