Cientos de personas acudían al evento antiguamente celebrado unido al crucero del santuario, trasladado ahora a una bajada a orillas del río Bibei. “Alégrome de ver tantas caras coñecidas”, destacó el presentador, que resaltó la concurso de “xente emigrante que hoxe está aquí, na súa terra, para disfrutar do acto”, adicionalmente de “os nenos pequenos, que para eles é a primeira vez de moitas que verán a Estoupa do Xudas”.
Gratitud
El acto de recuperación de la Estoupa, asimismo sirvió para inspeccionar la trabajo realizada por la comunidad Porto a modo de tradición. Así lo expresó Jorge Isla cuando aludió a “as persoas que, antiguamente do 96, e con moito esforzo, se adicaron a sacar adiante o acto e a preparar o ficticio propagador, un duro traballo durante tantos anos”.
En esta ocasión, Francisco “Quico” Porto, ejerció de “fogueteiro” o técnico perito en pirotecnia, y explicó, a través de micrófono, la creación del muñeco Infiel Iscariote a la multitud de curiosos que se agolpaba en la baranda del río. “Eu fago todo”, explicó, tanto los fundamentos que hacen arder a la figura, como la parte ornamental, la estructura de madera, la careta de cartón, el pelo y el traje, “temos que facelo de forma que cando prenda o lume, arda todo”.
Al término de la Estoupa, y visiblemente orgulloso y emocionado, Porto se fotografió con sus hijos y demás familiares al pie de un Infiel totalmente calcinado. Para ellos, la recuperación de este acto traspasa lo tradicional y llega hasta lo sentimental. “Luego de tantos abriles, ahí estamos para seguir apoyando al Concello y a nuestra civilización”, explicó Porto, “haciendo lo que mejor que sé hacer”.
Tras comparar la equivocación de la tradicional Estoupa con los “séculos escuros” de la letras gallega, el presentador aseguró que la celebración de ayer será “o rexurdimento no concello do Memo”, que consiguió recuperar un patrimonio “que non é de ninguén, é das Ermitas, dos veciños, do concello”. El 31 de marzo de 2024, tal y como expresó, “vai restar afectado na historia deste pobo, deste concello e desta comarca”.
La chaparrón pareció ser la única que perdonó al Infiel de Las Ermitas que volvió de nuevo a reventar por los aires este pasado domingo, como si el tiempo no hubiera pasado, cuando “pouco antiguamente da culto do Domingo de Resurrección, prendíanlle lume e dicíanlle adeus ata o ano seguinte. Viva a Estoupa e vivan As Ermitas”.