Para Pablo salir a la calle se ha convertido en todo un desafío. Un sujeto le propinó una paliza que casi le deja ciego de un ojo pero lo que más le sigue doliendo a día de hoy son las secuelas emocionales del ataque. Pablo había acudido a un bar de la Gran Vía de Madrid con sus amigos. Al salir, un hombre le guiñó un ojo desde la encintado de enfrente. Cuando lo tuvo a centímetros de distancia comenzó a agredirle brutalmente al aullido de “Maricón de mierda, te voy a matar”.
Recuerda que lo primero que recibió fue un desgracia en la sien que consiguió desestabilizarle y tirarle al suelo. Una vez en el suelo su asaltante comienza a darle patadas. Pablo intenta ampararse poniéndose en posición fetal. El asaltante se le sienta encima y comienza a morderle la oreja. No es una persona violenta y en ningún caso pensó en defenderse, señala, tan solo en ampararse. Tras la embestida llegó a sufrir por su ojo. En el momento en el que tuvo espacio la visión llegó a perder la visión completamente.
“Lo que más me duele es que una persona pueda hacerte daño sin ningún porqué”
Lo que más le duele ahora es sentirse totalmente indefenso y que una persona pueda hacerle daño sin ningún porqué. Nunca había vivido una embestida física en su vida aunque ya se había enfrentado a insultos por parte de su entorno por su condición sexual. “Yo vengo de Colombia huyendo de esto, viví en Argentina 13 abriles y aunque nunca ha sufrido una embestida física sí me han violentado mi superior o mis familiares por ser gay”, apunta.
Pablo prostitución de salir a la calle para que el miedo no se apodere de él pero tiene mucho miedo. “Esta es una sorteo que me gané pero no es mi desliz y no tengo por qué esconderme”.
Supuesto delito de odio, de homofobia y de racismo
Denunció el caso al día sucesivo y en la comisaría le preguntaron si podría identificar a su asaltante al verle. Mientras le pegaba le decía: “Maricón de mierda, te voy a matar”. Denunció el caso como delito de odio, de homofobia y de racismo.
Señala la abogada penalista Beatriz de Vicente que cuando se identifique al asaltante se le podrá aplicar un delito de lesiones y esto se podría colocar en una pena que rondara los 5 abriles de prisión. “Es importante que Fiscalía actué con contundencia y tu lo hagas como imputación particular”. “Intenta exceder la secuela del miedo porque somos un país desenvuelto donde tienes derecho a comportarse y a ser lo que eres”, le decía la abogada.