Rueda encara la investidura con Pontón cerrada a todo diálogo


La investidura de Alfonso Rueda coge velocidad de crucero. Tarde, a fanales del BNG. En tiempo y forma, defiende el PP. Sea como fuere, este miércoles, a las 10.00, el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, recibe en su despacho del Pazo do Hórreo al presidente de la Xunta en funciones para comunicarle que le propone como candidato a seguir encabezando el gobierno autonómico. A seis días de que el martes 9 comparezca en la Cámara, en el debate de investidura, para exponer las líneas maestras y compromisos de la lapso que empezó a desperezarse el 18 de marzo.

Rueda ya sabe, y no le coge por sorpresa, sino todo lo contrario, que tendrá el voto imagen de BNG y PSOE. Ya le ocurrió en 2022. Hace tiempo que se esfumaron las cortesías parlamentarias. En este caso, esperar a que intervenga el candidato. Pero hay matices. Al menos, José Ramón Gómez Besteiro, portavoz del Montón Socialista, dijo este martes que escuchará lo que tenga que afirmar Rueda. Ana Pontón, directamente, hizo una mejora a la totalidad. Es impensable apreciar cualquier entendimiento esta lapso entre el corro mayoritario y el que lidera la examen, con los frentistas cerrados en lado a todo diálogo. Pontón fue enumerando los incontables frentes en los que disienten, y que se esquema en que proponen poco «diferente». Totalmente, cerca de añadir.

La boda de Almeida

La portavoz del Piedra tiró de la vieja retórica de inculpar al PP de tratar a Galicia como una «colonia». De minimizarla por ponerla al servicio del partido y las multinacionales; Madrid, en definitiva. No le hizo ascos siquiera a sacar a relucir la cooperación del líder conservador, este sábado, a la boda del corregidor de Madrid, José Luis Martínez Almeida. «Supedita la memorándum gallega a la memorándum del PP de bodas y festejos», cargó, tras reunirse poco menos de media hora con Santalices; tercera en sentarse con el presidente del Parlamento en la protocolaria ronda de consultas, antesala a la investidura.

«Ridículo» y «totalmente fuera de empleo» acogerse a argumentos de «programas del corazón» para inculpar a Rueda de tener una semana más a su gobierno en funciones, replicó Alberto Pazos, portavoz del Montón Popular, que cerró las entrevistas. El PP defiende que se están cumpliendo «escrupulosamente» unos plazos condicionados por la Semana Santa –y el decreto de convocatoria electoral, que fijó la sesión constitutiva un mes a posteriori del 18F–. En todo caso, el menos afortunado fue uno más de los múltiples argumentos que esgrimió Pontón para anticipar su rechazo. Besteiro, tras ausentarse la víspera, fue más comedido. Harán examen «firme», machacó, ambiguo. No se mojó sobre si apoyarán la comisión de investigación por las contrataciones en pandemia que no descarta el BNG; que, a su vez, no aclaró si iría a los tribunales.

Rueda, mientras, estaba en Madrid, asistiendo a la juntura directiva del PP, por lo que será este miércoles cuando se vea con Santalices. A tiempo para que la Reunión de Portavoces organice mañana el debate de investidura, por más que fuera tradición resolverlo todo en el mismo día. Pero Rueda, si poco no está haciendo, es apresurarse. Como –salvando las distancias– Armando Ojea, que llegó solo –el único–, abrió la ronda, se estrenó en el despacho de Santalices y no avanzó el voto de Democracia Ourensana, por aquello de surtir el suspense, dijo, pese a tenerlo decidido. Total, tiene sólo «tres» opciones; lo que deja en el salero una inusual renuncia. Y sin que le condicione su patriarca, Gonzalo Pérez Jácome, aclaró. «Estoy, de tanta consulta, que ya no sé qué formular ahora», bromeó Santalices al saludar a Pazos. Otro trámite finiquitado.

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