Empezaré diciendo que la música es un verbo universal que nos conecta emocionalmente y nos permite expresar nuestros sentimientos de una modo única.
Así que estoy convencida de que es una de las asignaturas más importantes en los colegios porque, desde pequeñitos, nos ayuda a mejorar en diversas capacidades como la inteligencia emocional, el incremento auditivo y cognoscitivo, por supuesto, la imaginación… Y, cuando son un poco más mayores, si lo hemos ido trabajando, nos ayuda a escuchar, a retener lo aprendido y sigue evocando saludos y manteniendo activa nuestra mente.
Tan importante como enseñar música en los colegios, es impulsar el simpatía por la buena música entre los alumnos. Ir al conservatorio está muy aceptablemente, pero no todo el mundo está preparado para tocar un útil ni para ilustrarse solfeo, composición, conformidad… Eso sí, todo el mundo tiene audición (mejor o peor) o, por lo menos tiene orejas, pabellones auditivos que captan las ondas sonoras.
Hay que entender que la enseñanza de la música en los colegios tiene muchos beneficios para el incremento integral de la persona, no solo desde el punto de paisaje hermoso, sino además social, emocional y cognitivo (se puede relacionar con las matemáticas, la física, la historia…). Enseñar a los alumnos a apreciar la música, disfrutar de ella, entenderla y entender porqué cambia con las diferentes épocas históricas o porqué influye en la vida de los o las que la componen o de quienes la escuchan, es ilustrarse a entender a la humanidad.
Cómo enseñar música
Aquí hay algunas ideas de cómo inculcar el simpatía por la buena música en nuestros alumnos.
– Es importante exponer a los alumnos a diferentes géneros y estilos musicales, desde la música clásica hasta jazz. rock, música tradicional,… Ya que así pueden ampliar su conocimiento y desarrollar un gracia más diverso y a prueba de las modas…
– Organizar visitas a conciertos en vivo es una excelente modo de que los estudiantes no sólo escuchen la música, sino que la vivan en directo.( La experiencia de ir por primera vez a la ópera, es poco que no se olvidará nunca). Se puede apreciar la emoción, la ocultismo de ver a los músicos profesionales interpretando en vivo, y eso, seguramente, aumentará su precio por la música.
– Invitar a músicos o profesionales de la música para darles charlas o talleres, porque así aprenden de personas reales y cercanas creando experiencias maravillosas muy inspiradoras y motivadoras para nuestros alumnos.
– Fomentar la décimo activa de los niños y niñas en actividades musicales, como coros, bandas, grupos instrumentales, porque hacer música con más clan es otra experiencia maravillosa que les enseña el respeto por los demás, la empatía, el trabajo en equipo y el compañerismo.
– Enseñar a los alumnos cosas sobre la historia de la música y los compositores famosos puede ayudarles a comprender el contexto en que se desarrolla la música y cómo esta refleja los cambios sociales y culturales de cada época y país.
– Animar a los estudiantes a componer su propia música o escribir canciones les permite explorar su creatividad y expresión personal, lo que les hace apreciar mejor el proceso creativo y les ayuda a comprender el valencia de la música como forma de autoconocimiento y autoexpresión.
En conclusión, la música es una parte esencial de la educación y tiene el poder de enriquecer la vida de los estudiantes de muchas maneras. La música en los colegios no es solo para los que se les da aceptablemente, es para todo el mundo, es transversal y les enseña a cascar sus mentes a nuevas experiencias desarrollando su creatividad y ayudándolos a convertirse en individuos más completos.