El final episodio de lluvias registrado en España ha avivado, paradójicamente, la «refriega del agua» entre autonomías. De acuerdo con los datos del Empleo de Transición Ecológica, las reservas de los embalses han aumentado en una semana en más de 2.900 hectómetros cúbicos. Sin secuestro, la distribución de las precipitaciones ha acentuado las diferencias entre la España sequía, como la de la cuenca del Segura, y la España en la que crece de forma exponencial el agua acondicionado, como las del Ebro y la del Tajo.
Precisamente, las hostilidades políticas se centran entre las comunidades cedentes del trasvase del Tajo al Segura y las receptoras. El Gobierno de Castilla-La Mancha critica que los Ejecutivos de la Comunidad Valenciana y Murcia «se sienten dueños del agua que está embalsada en nuestra región». Por contra, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, sostiene que l «Gobierno no puede retornar a recortar el trasvase al Segura porque los embalses del Tajo tienen agua suficiente». Un argumento en el que coincide con su homólogo murciano, Fernando López Miras, y que se sustenta en un circunstancia esencia: los embalses de Entrepeñas y Buendía, desde los que se envía agua al Segura, ha superado por primera vez en doce primaveras los mil hectómetros cúbicos.
A día de hoy, la Confederación Hidrográfica del Segura se encuentra en situación de emergencia por sequía con escasamente 260 hectómetros cúbicos disponibles, lo que ya provoca las primeras restricciones, que podrían agravarse en las próximas semanas si persiste la escasez de precipitaciones. Sus embalses se encuentran al 22 por ciento de su capacidad. Una situación agónica respecto al año aludido, cuando se hallaban al 35 por ciento, y a la media de la última período (43%). La situación singular por sequía extraordinaria afecta a la demaración de la que dependen las zonas regables de las Vegas Entrada, Media y Mengua del río Segura.
En el costado contrario, los embalses de la cuenca del Tajo almacenan un total de 8.471 hectómetros cúbicos de agua. Solo en la última semana han yeguada 550, más del doble de lo que cuentan los del Segura. Los pantanos del Tajo están en la ahora al 76 por ciento de su capacidad, lo que supone un aumento de catorce puntos respecto a la misma semana de 2023 y en relación a la media de los últimos diez primaveras.
Con los datos en la mano, Carlos Mazón, apela a la solidaridad del presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y apela al Empleo de Teresa Ribera a no recortar el trasvase del Tajo al Segura con el argumento del caudal ecológico. El dirigente del PP recuerda que la Comunidad Valenciana ha regalado todo tipo de facilidades para que el Gobierno transporte agua desalada desde Sagunto a Cataluña para mitigar los mercadería de la sequía, por lo que reclama el mismo trato con destino a la provincia de Alicante.