«Se están lucrando a costa de todos»


Durante el postrer año los precios de la naranja han descendido un 18% a pie de campo pero han aumentado un 15% en los lineales de los supermercados, según un estudio cuidado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) a partir de los datos de la Atrio de Cítricos de Valencia y el observatorio de precios de Asaja Franquista.

En concreto, la variedad de naranja Navel Lane Late, que se encuentra ahora mismo en una escalón destacamento de recogida y comercialización, registra unas cotizaciones medias en origen de 0,26 euros por kilo, una cantidad que supone un 18% menos que el precio medio de hace exactamente un año, cuando los agricultores percibían 0,31 €/kg en una campaña con un pandeo de cosecha similar.

Por el contrario, los consumidores españoles están pagando por esta misma variedad de naranja un 15% más que hace un año, pasando de un promedio de 1,65 €/kg en 2023 a 1,89 €/kg en 2024.

AVA-Asaja, que ya había denunciado la brusca caída de los precios de los cítricos, reclama al Gobierno central que ponga en marcha una investigación a fondo para esclarecer los motivos que hay detrás de esta dispar cambio de las cotizaciones en origen y en destino. La estructura presidida por Cristóbal Aguado advierte al ministro de Agricultura, Luis Planas, de que «sus dos, 18 o 43 propuestas son insuficientes si no aporta transparencia y nivelación a la esclavitud de valencia, que es donde se juega la rentabilidad de los productores y donde hay que estar vigilante para asegurar unos precios justos».

El dirigente rural lamenta que «de las propuestas del ministro, la mayoría son declaraciones de intenciones que no dependen de Madrid, sino de Europa, y lo que necesitamos urgentemente son realidades. Planas debe ponerse las pilas para aplicar rápidamente las medidas que son de su competencia directa y para presionar frente a Bruselas sobre otras iniciativas que resultan indispensables como la revisión de los acuerdos comerciales con terceros países, la reciprocidad, el control de plagas y enfermedades, etcétera».

Solicitud de inspecciones e investigaciones a los eslabones de la esclavitud alimentaria

Aguado subraya que «es singular lo que está pasando con la naranja y otros productos agrarios, pero esta es la existencia. Mientras las personas que producen los alimentos perciben menos billete en el campo y las personas que compran esos mismos alimentos pagan más en la tienda, es evidente que hay eslabones de la esclavitud alimentaria que están ganando más a costa de productores y consumidores. Y un Gobierno responsable debe velar por una esclavitud alimentaria competición».

AVA-Asaja reitera a las administraciones doméstico y autonómica que lleven a parte una intensa campaña de inspecciones de oficio a los principales operadores comerciales y cadenas de distribución «para descartar prácticas anticompetitivas, ya que, con los datos disponibles, ningún cifra técnico por sí solo puede explicar de modo decisiva la pérdida del precio de saldo de los citricultores, cuando se incrementan los precios a los consumidores». Asimismo, insta a la Agencia de Información y Control Nutritivo (AICA), dependiente del Profesión de Agricultura, que investigue, y en su caso sancione, cualquier arreglo de compraventa de cítricos cuyo precio esté por debajo de los costes medios de producción.

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