Este es el ejemplo que ha sucedido en Lugo. Un trabajador de un supermercado ha sido despedido por usar mucho su teléfono móvil durante su viaje profesional. Los propietarios habían tomado la medida de prohibir los dispositivos móviles hacía dos primaveras por el suspensión uso que hacían sus trabajadores de ellos. El patrón del establecimiento contaba que preferían no contratar gentío bisoño por ser los que más uso hacían del teléfono durante las horas de trabajo por delito de las redes sociales.
¿Nos pueden despedir por usar el móvil en el trabajo?
En el Software Espejo Conocido hablamos con Joaquín Moeckel, abogado, para asimilar si el uso del teléfono en el trabajo puede ser motivo de despido. En los casos de despidos podría aplicarse el refrán de “el fin justifica los medios”. En algunos trabajos el teléfono se usa como un utensilio. Sin confiscación, en otros es simplemente un hábitat que distrae a los trabajadores.
Según Joaquín, si en la legislatura interna de la empresa o el convenio colectivo de un sector prohíbe expresamente el uso del dispositivo durante el horario profesional, el despido de un trabajo por no seguir esa norma es poco totalmente justificado. Aunque siempre está contemplado su uso con previo aviso en caso de emergencia.
“Usar el móvil como tal no es que sea causa de despido, la causa es usarlo de forma abusiva cuando la empresa te ha dicho que no lo utilices”, declara Joaquín en el software. Lo que esta prohibición comercio de evitar es que de 40 horas de una viaje profesional, 5 se pierdan consultando el teléfono.
¿Qué piensa la gentío?
En las calles la gentío lo tiene claro. Todos siguen la misma cuerda. Existe una anexión desmedida a estos dispositivos que en ocasiones te distrae de tus obligaciones. Hay que marcar una diferenciación entre la vida personal y tus horas en el trabajo. “Deberíamos no usarlo mientras trabajamos”.
Otro caso
El Tribunal Supremo de Cataluña cuenta con una sentencia sobre un caso muy vinculado con el uso de los teléfonos en el trabajo. En este caso al contrario. Uno de los trabajadores estaba de devaluación por supuesta enfermedad mientras utilizó el dispositivo de la empresa para su uso personal. En este caso, la sentencia fue inclinado a que el despido del trabajador por ese uso indebido era procedente.