El pleno del Senado ha aceptado este miércoles una moción por la que se reprueba al ministro de Presidencia, Ecuanimidad y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, por sus palabras pronunciadas hace algunas semanas en las que afirmaba que la soberanía franquista residía solamente en el Congreso y que «el Senado es solo la representación de los territorios». La reprobación ha contado con 149 votos a valimiento y 114 en contra y una sola privación.
Antonio Silván, senador del PP, acusó a Bolaños de pronunciar unas palabras que son «un ejemplo más de la desatiendo de respeto a las instituciones» del ministro que está encargado, precisamente, de la relación con las Cortes. El popular habló de la «ignorancia y soberbia» de Bolaños, al que señaló incluso por favor utilizado el crónica de la Comisión de Venecia de forma partidista. «Hizo una interpretación manipulada conforme a los intereses del Gobierno, dando publicidad y tergiversando el contenido del paño confidencial del crónica de la Comisión de Venecia», apuntó Silván, quien pidió la dimisión del ministro. «Con la reprobación nos quedamos cortos, ya debería estar cesado si tuviéramos un presidente del Gobierno que creyera en la democracia», señaló.
La reprobación de Bolaños desembocó en un debate sobre la remisión, que centró buena parte de la réplica del PSOE y del portavoz del PP. Antonio Magdaleno, senador socialista, cuestionó «hasta dónde quiere entrar el Partido Popular con su táctica del ruido, la deslegitimación de las instituciones y la polarización política» y acusó a los populares de cuestionar «la legalidad del presidente Sánchez y el resultado de las elecciones generales».
«Acomódense, porque vamos a tener políticas progresistas, Gobierno progresista y ministro Bolaños durante mucho tiempo, porque así lo han querido los ciudadanos», dijo.
La representante de Vox, Paloma Gómez Enríquez, apoyó la reprobación de Bolaños por su «lamentable conducta» y acusó al Gobierno de diseñar la remisión a medida de Puigdemont. «Todo para avalar que su líder quede incluido en la norma», señaló.
Por su parte, los senadores de Junts y ERC denunciaron los continuos dardos a Cataluña desde el Senado, donde el PP hace un uso «partidista» de la Cámara para «atacar» a esta región.