El PNV ha presentado hoy su software electoral para las próximas elecciones vascas del 21 de abril y pretende que el País Vasco dé un brinco cuantitativo en lo que a conferencias propias se refiere; desde el nuevo status y el derecho a lanzarse, a un sistema propio de la Seguridad Social, pasando por la oficialidad de las selecciones vascas y la comprensión de nuevas delegaciones en el mundo.
El candidato jeltzale, Imanol Pradales, ha presentado un software que vuelve a situar el derecho a lanzarse pactado como uno de los instrumentos centrales que tendrá que contemplar el nuevo status de autogobierno vasco. Tras los cantos de sirena que suenan desde Cataluña a ese respecto, el PNV considera que ya es la hora de abordarlo además en el País Vasco con «aprieto», tal y como ha señalado Pradales: «Entendemos que la plena realización de los derechos históricos del pueblo vasco, como manifestación institucional de su autogobierno, se exterioriza a través del derecho a lanzarse de su ciudadanía dispensado y democráticamente expresado, siendo su control pactado con el Estado».
Eso sí, a diferencia de lo que se propone desde Cataluña, el PNV no está hablando de un referéndum de autodeterminación, sino del derecho de la ciudadanía vasca a un nuevo ámbito de autogobierno.
Para negociar el nuevo status, el PNV propone utilizar como valet los derechos históricos que facultan al País Vasco a desempolvar su autogobierno y que la propia Constitución española reconoce, una valet que sí aparece en el pacto con Sánchez y que en sí misma tiene además una relación con el derecho a lanzarse.
En un momento en el que otros partidos tratan de restar importancia al nuevo status, el PNV vuelve a vincular este debate con el bienestar, y pide que el nuevo ámbito reúna los requisitos ya conocidos: «inspección doméstico de Euskadi, respeto a la pluralidad y inspección de los distintos sentimientos de pertenencia, una relación sinalagmático en pie de igualdad con Madrid a través de una Comisión del Concierto Político y una Sociedad Arbitral que aborde los conflictos de competencia antaño de asistir a los tribunales, certificar la voz propia de Euskadi en las instituciones europeas en las materias de su competencia, y el derecho a lanzarse».
Adicionalmente, el PNV envite por culminar las transferencias del presente Estatuto de Guernica y ampliar el fondo competencial asumiendo todas las materias necesarias para certificar los derechos de la ciudadanía vasca, y ahí es donde vuelve a aflorar la Seguridad Social.
Una parte de ella, la mandato del régimen crematístico y una ventanilla vasca para tramitar los pagos de las pensiones, ya se recoge en el Estatuto de Guernica y el PSOE se comprometió a su transferencia, pero hay otra parte, la capacidad de Euskadi para regular su propio sistema, que no aparece en los textos legales actuales y que sería materia de debate para el nuevo status. El software admite que es un asunto que exige consenso político y se cuida de suscitar «falsas expectativas», pero no renuncia a sus aspiraciones. «Crearemos la Seguridad Social vasca, lograremos el traspaso de las competencias», manifiesta el software nacionalista.
Igualmente en materia de autogobierno, envite por crear el Consejo Vasco de Neutralidad como víscera de gobierno del poder sumarial en la comunidad autónoma, y se compromete a trabajar para que la probidad «sea gestionada íntegramente desde Euskadi». Por otra parte, el PNV además envite por la oficialidad de las selecciones deportivas, tras ocurrir arrancado ya a Sánchez el inspección en las disciplinas de pelota y surf. Ahora quiere impulsar «una entidad encargada de coordinar y representar a todas las selecciones vascas delante los diferentes organismos estatales e internacionales».
Por extremo, el PNV pretende cascar nuevas delegaciones en África y el Sudeste Oriental, por otra parte de revisar las delegaciones existentes en Europa y América.