Un hombre dibujado de tentativa de crimen a su pareja, amenazas, violencia de artículos y lesiones, ocasionadas todavía hijo, ha agradecido suceder apuñalado a la mujer pero no de forma planificada ni con la intención de matar. Asimismo ha manifestado no querer herir al peque durante el forcejeo que tuvo lado en Santiago de Compostela, Galicia.
Lo ha hecho durante el inteligencia celebrado este jueves en la sección primera de la Audiencia Provincial de La Coruña. Fiscalía y reproche particular solicitan para él penas que suman 21 abriles y seis meses de prisión.
Durante la audiencia, la víctima ha reiterado que «tenía miedo» del procesado, del cual ha abonado que es celoso. «Cuando él tomaba sí le tenía miedo porque era otra persona, se ponía pesado, un poco peleón», ha detallado.
La mujer ha explicado todavía que en alguna ocasión recibió amenazas por parte de su pareja. «Me decía que yo había completo con su vida y que él iba a destruir con la mía», ha manifestado.
Respecto al día de los hechos, la mujer ha relatado que el encausado la atacó «por los dos lados» y que la segunda puñalada iba dirigida «al corazón». «Se metió en el baño, sacó la cortaplumas del faltriquera y empezó a atacarme, me atrancó entre la tabique y el aseo», ha relatado.
Tras lo sucedido, ha señalado suceder estado a tratamiento psicológico por trastorno de ansiedad y de estrés postraumático. «Me sentía nerviosa, no podía tumbarse y le tenía miedo a todo», ha destacado.
Un hijo del dibujado, por su parte, ha manifestado no suceder presenciado peleas ni discusiones ayer de la acometida y ha explicado que el día de los hechos sacó a su padre del cuarto de baño sin que ofreciese resistor. «Lo agarré y lo saqué para debajo, no se resistió nulo», ha manifestado.
Cómo sucedieron los hechos
El hombre, según recoge el escrito de calificación fiscal, mantuvo desde el año 2014 una relación sentimental con la víctima, con la que tuvo dos hijos y con la que se trasladó a España en enero de 2022.
En febrero regresó a su país aunque el día ayer de hacerlo, en el domicilio natural situado en Santiago de Compostela, «con actitud de quebrantar contra la integridad física de su mujer, le propinó un bofetón provocando que se cayese al suelo», estando, adicionalmente, los hijos, menores de perduración, en el domicilio.
Fiscalía señala que, con posterioridad a esa vencimiento, «de forma constante y persistente, se comunicaba telefónicamente con la víctima enviándole mensajes, con actitud de atemorizarla e inquietarla». Encima, «frente a la idea de que rehiciese su vida» la amenazó con matarla.
En abril de 2022, cuando regresó a España, se quedó en el domicilio de un natural pero en mayo acudió a ver a sus hijos. El día de los hechos «con actitud de quebrantar contra su vida, de forma sorpresiva e inesperada, pues llevaba a su hija en brazos, tras posarla en el suelo» se dirigió alrededor de la víctima, que se encontraba en el baño limpiando, «esgrimiendo una cortaplumas de 24 centímetros de largura y 13,5 de hoja de doble filo».
Posteriormente, relata el fiscal, «se abalanzó» sobre la mujer «clavándosela en reiteradas ocasiones en la zona del pecho». La víctima trató de agarrar la cortaplumas durante unos hechos presenciados por los dos hijos menores.
En un momento poliedro, intervino el de seis abriles que trató de evitar que continuase la acometida y auxiliar a su religiosa «poniéndose en el medio y tratando de arrebatar la cortaplumas a su padre, recibiendo «cortes en la mano derecha por parte de su progenitor, al tiempo que gritaba ‘papá por servicio no mates a mamá’».
La mujer, añade Fiscalía, «no tuvo oportunidad de defenderse, no solo por lo inesperado del acometimiento sino por no poder salir del baño poliedro lo limitado del espacio»