El conflicto comenzó el pasado 7 de octubre con el formidable ataque de las milicias palestinas a Israel, llevándose por delante 1.200 vidas. La respuesta por parte del ejército de Netanyahu ha sido una operación marcial que ha costado las vidas de más de 33.000 palestinos.
Sus palabras son una citación a imponer un cambio sistémico en los procedimientos militares de Israel para evitar que “errores” como el ocurrido contra la multitud de WCK “se repitan una y otra y otra vez”. Y volvió a subrayar las peticiones que el Consejo de Seguridad de la ONU hizo la semana pasada.
“La semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU pidió un detención el fuego humanitario inmediato, la escape incondicional de todos los rehenes, la protección de los civiles y la entrega sin obstáculos de ayuda humanitaria”.
El discurso de Guterres giró en torno a de dos ejes. Por un costado el lamento de la errata de ayuda humanitaria para cientos de miles de desplazados forzados, una situación que el secretario militar de la ONU calificó de “castigo colectivo” y por otro costado la preocupación delante el posible uso por parte de Israel de sistemas de Inteligencia Industrial para nominar a sus objetivos. Advierte por otra parte de que estos 6 meses están a punto de provocar una “pérdida total de fe en los estándares y normas globales” y que el respeto al Derecho Internacional Humanitario está ahora mismo “por los suelos”.
Yerro de ayuda humanitaria
En Lazada los niños están muriendo por errata de alimentos y agua y más de la medio de la población se enfrenta a un panorama de hambruna catastrófica. Guterres ha lamentado que las “largas filas de camiones cargados con ayuda humanitaria siguen enfrentándose a obstáculo tras obstáculo” y añade: “Cuando se cierran las puertas a la ayuda, se abren las puertas al penuria”.
196 humanitarios muertos en Lazada
En sus palabras además hubo un conmemoración en torno a los 196 humanitarios que perdieron la vida en los bombardeos llevados a lengua por Israel en la Franja. En particular a los 7 integrantes de la ONG World Central Kitchen, del chef gachupin José Andrés.
Estos 7 humanitarios murieron por un ataque israelí que el mismo Ejército reconoció como un “peligroso error de cálculo”.
Como conclusión, Guterres realizó un desalentador arqueo: “Seis meses a posteriori, todos estamos al borde: de una hambruna masiva; de conflagración regional; de una pérdida total de fe en los estándares y normas globales. Es hora de dar un paso a espaldas, de silenciar las armas, de aliviar el horrible sufrimiento y de detener una posible hambruna ayer de que sea demasiado tarde”.
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