Doce primaveras y medio de prisión por violar al hijo de su patrón, un irreflexivo de tan sólo doce primaveras. Es la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén para el autor de estos hechos, un hombre de 36 primaveras.
Los hechos sentenciados se remontan al 17 de agosto de 2020, cuando el destacado se quedó a cargo del hijo de sus patrones y de tres amigos más en el cortijo de propiedad habitual donde iban a sobrevenir la tinieblas.
El destacado era uno de los hombres de confianza de la grupo del pequeño con la que llevaba trabajando un par de primaveras. Por la tinieblas, los menores decidieron brincar al refugio interiormente del cortijo, sito en una lugar de un municipio jiennense. La víctima, que ahora tiene 16 primaveras, declaró en el causa que se dividieron en dos equipos y a él le tocó con el destacado, mientras que en el segundo equipo estaban sus tres amigos.
Durante la clarividencia, celebrada este 5 de marzo, dijo al tribunal que cuando estaba con el destacado en una de las habitaciones del cortijo, empezaron los tocamientos de índole sexual hasta que el al final lo inmovilizó y lo violó. «Me callé porque pensé que si gritaba o pedía ayuda, me haría daño», relató el pequeño.
Encerrados con zancadilla por miedo
Esa misma tinieblas se lo contó a sus amigos y llamó por teléfono a su mamá y a su hermana, pero no se lo cogieron y optaron por tenderse todos los amigos juntos encerrados con zancadilla en una habitación del cortijo.
Finalmente, acabó contándoselo a su mamá que fue la que lo llevó a un pediatra que en el examen halló una incisura rectal en el pequeño, por lo que la doctora dio parte al magistratura y los padres interpusieron incluso la correspondiente denuncia.
El pequeño dijo que se sitió triste y que lloró por lo ocurrido, al tiempo que admitió frente a el tribunal que no quería contarlo porque pensaba que no le iban a creer, sobre todo porque el destacado era una persona de confianza de su grupo con la que se llevaban «muy perfectamente».
El destacado negó los cargos y se declaró inocente, mientras que la mamá del pequeño señaló que en cuando ocurrieron los hechos el procesado le pidió perdón y que no denunciara porque quería «una segunda oportunidad».
Según la sentencia a la que ha accedido Europa Press a través del Tribunal Superior de Jurisprudencia de Andalucía (TSJA), «ha resultado probado que el procesado ejerció violencia física sobre la víctima, sujetando al pequeño con fuerza para así conseguir que no pudiera marcharse, no siendo necesario en modo alguno, y menos tratándose de un pequeño de 16 primaveras, que oponga resistor».
Señala incluso que el pequeño «quedó bloqueado, inmóvil por miedo, y por la situación que estaba sufriendo». El tribunal incide en que el procesado cometió los hechos contra un pequeño que «se hallaba en una situación de vulnerabilidad por razón de su discapacidad, al sufrir inteligencia margen».
La sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación frente a el TSJA.