La tasa de personas subcalificadas de entre 25 y 34 años duplica la media de la OCDE
La escuela española no rinde lo que debería ni parece incentivar a profesores y alumnos. Los niños se matriculan en la escuela desde muy temprano Infantil y luego, en Primario y en el ESO, tienen más horas de clase que en otros países, pero todo ese tiempo adicional en las aulas, paradójicamente, no se refleja posteriormente en los resultados académicos, que son peores que la media. Los profesores no son recompensados si trabajan duro y hay 1,4 millones de jóvenes que dan sus primeros pasos en el mundo laboral con una cualificación inferior a la exigida por el mercado porque huyeron del instituto en cuanto pudieron.
Esta es la radiografía que me tomaron ayer. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe macro anual Descripción general de la educaciónun trabajo que nos sitúa a la cabeza ninis (él 17% de los jóvenes no estudia ni trabaja, sólo superada por Italia) y también nos enorgullece ser el país de la UE con mayor proporción de jóvenes con bajo nivel educativo:
Sin Bachillerato
Él 27% de la población española de 25 a 34 años (el 32% de los chicos y el 21% de las chicas) ni siquiera tienen el Bachillerato ni siquiera FP Grado Medio. Dejaron de estudiar cuando terminaron la educación obligatoria, con 16 años, y desde entonces no han vuelto a formarse. Este 27% se traduce en 1,4 millones de jóvenes, según cifras del INElos cuales son carne de cañón para el desempleo porque estos estudios son el mínimo que se debe adquirir para tener una participación exitosa en el mercado laboral, según la OCDE.
Ya no es justo que esta proporción duplique la media (14%) de los países desarrollados, pero el resto de niveles formativos también están desequilibrados. Porque en España hay más jóvenes con estudios superiores (universitarios y FP Superior): cincuenta% en comparación con el 47% en la OCDE. Pero, a cambio, son menos los que tienen formación media (Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio): 23% frente al 39% que se registra en el promedio de pases. Francisco López Ruprez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, advierte de que estos datos demuestran que los órganos de decisión no están acertando. Propone ampliar la educación obligatoria de 16 a 18 años potenciando la FP Dual en paralelo. No se trataría de que estos estudiantes siguieran una formación tradicional, de pasar seis horas sentados frente a un escritorio, sino de ofrecer alternativas profesionales, incluso remuneradas, vinculadas a los empleos emergentes.
Horarios
El informe destaca que los estudiantes españoles tienen más horas de clase que en el resto de países. La educación obligatoria (de seis a 16 años) incluye un total de 7,925 horas, frente a las 7.194 de media en la UE. Los alumnos de primaria tienen una 7,3% más de horas cada curso. En ESO, representan un veinte% más que la media europea. La distribución de asignaturas es similar a la de otros países, pero España tiene menos horas de Idioma en primaria. El tiempo de enseñanza no trae mejores resultados. Más que cuánto, deberíamos pensar en cómo, con una educación donde cada hora sea tiempo de aprendizaje real, reflexionar Lucas Gorzar, director de Educación del think tank EsadeEcPol, que recuerda que, especialmente en la ESO, el número de horas lectivas ha crecido en las últimas dos décadas (de 950 en 2003 a 1.057 ahora). Este investigador explica que cada vez hay más asignaturas -en la ESO hay entre 10 y 12 frente a las seis o siete que hay en Inglaterra- porque, con cada reforma educativa, nadie quiere perder su parte del pastel.
Si a eso le sumamos que el 77% de las vacaciones escolares se concentra en verano (10,6 semanas, una de las cifras más altas de la OCDE) y el hecho de que las escuelas tengan en su mayoría una jornada continua, sólo por las mañanas, hace que el horario escolar sea muy comprimido y sea una maratón para los estudiantes, lamenta Gortzar, quien añade que este horario es un ejemplo de la falta de coherencia en la política educativa. Hay muchos recursos públicos concentrados en poco tiempo, de manera que el aprendizaje probablemente no sea efectivo. Según ella, deberíamos implementar jornadas laborales divididas y tener ocho o nueve semanas de vacaciones de verano, a partir del 1 de septiembre.
Recientemente, la OCDE instó a España a reducir la jornada laboral continua y volver al trabajo para reducir el abandono. Ismael Sanz, catedrático de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, ve, al igual que Gortzar, que la distribución horaria es improductiva y recuerda que la evidencia científica indica que los adolescentes deberían empezar las clases a las 9.00 o 9.30 horas, porque es cuando más están despierto. Están ahí, pero en España lo hacen a las 8:00. Estas medidas podrían mantener a los estudiantes más tiempo en la escuela y alcanzar niveles de calificación más altos, así como mejorar los resultados españoles del informe PISA, que están por debajo de la media de los países desarrollados.
Infantil
Los resultados tampoco pintan bien en las etapas previas, según Sanz. La OCDE dice que la escolarización temprana en Educación Infantil tiene un efecto positivo en el bienestar de los estudiantes, su aprendizaje y desarrollo en sus primeros años de vida. En España, la 56% de los niños de dos años están matriculados en la escuela a la edad de dos años; él 94% a los tres años y 97% a los cuatro y cinco años. Tenemos las tasas de matrícula más altas en esta etapa y nuestros alumnos comienzan Primaria con muy buena base en lectura, más que otros países, según PIRLOS. Empiezan con ventaja pero luego esa ventaja se pierde, afirma Sanz, que recuerda que, con 10 años, se mantienen por debajo de la media.
Maestros
En España el salario medio de los profesores es superior al de otros países. El salario medio ajustado en términos de poder adquisitivo es de 57.758 dólares (el equivalente a 41.197 euros) frente a los 53.456 dólares de la media de la OCDE. Lo que pasa es que no se han recuperado los salarios que había antes de la crisis y que, aunque empiezan a ganar más, apenas hay incentivos para crecer profesionalmente porque no hay carrera profesional, explica Gortzar. Esto se ve especialmente en los directores, un puesto al que pocos docentes quieren postularse porque no les compensa el esfuerzo adicional que supone. El año pasado, el país Vasco aprobó un decreto para mejorar los incentivos para los directores y ha conseguido que más profesores se ofrezcan como voluntarios. La reforma de la carrera docente es la tarea pendiente más importante del Ministerio de Educación.