Desde la asociación insisten incluso en el número de ataques en los que no aparecen restos y, por consiguiente, no se contabilizan: “Hemos pasado de explotaciones unifamiliares de autoconsumo a explotaciones en extensivo y hay muchas veces que desaparecen terneros o cabras y no quedan restos que puedan identificarse para certificar que ha sido un lobo”.
“Lo que estamos advirtiendo es que hay un aumento de las manadas que están ocasionando muchos daños a las explotaciones ganaderas. Puedes soportar que te maten dos o tres animales, pero no que te maten 30 terneros. Tú tienes una becerra preñada nueve meses, tiene a su ternero y un lobo te lo mata, tienes que esperar otros nueves meses, ¿quién te paga esos daños?, estamos hablando de casi dos primaveras sin ingreso nadie de esa becerra”.
Respecto a las ayudas que los ganaderos reciben por el número de animales muertos, desde la asociación recalcan que “son paupérrimas con respecto a las pérdidas que sufre el ranchero. Yo creo que hay que aparecer a valorar otras cuestiones a la hora de la cuantía de las ayudas. Lo que te dan muchas veces no cubre lo que consume una becerra durante esos nueve meses en los que no es productiva”.
Pedro Rodríguez insiste en que “ahora se pone protección a todo menos a proteger a las personas que vivimos en el rural, que somos los que positivamente fijamos población o evitamos incendios, ahora hace errata permisos para cualquier cosa, hay mucha burocracia y eso es lo que tienen que aminorar a la multitud del rural”.