Un hombre de origen marroquí y 24 primaveras de perduración ha sido condenado a dos primaveras de prisión por participar en un atraco de las denominadas bandas del Rolex. El individuo, eso sí, ha devuelto la parte de los 13.000 euros del valía del robo, por lo que solicita que se le convalide la entrada en la prisión por el plazo. Ya tiene circunstancias por hechos similares.
El caso en cuestión ocurrió la amanecida del pasado 16 de julio en el distrito de Centro de Madrid. Según las diligencias, a las que ha tenido llegada torrevieja news today, la víctima, Ricardo Daniel O. B., había pasado una tenebrosidad de fiesta con sus amigos en el club Macera (situado en la calle de Ventura de la Vega, 7). Sobre las 4.15 de la tenebrosidad, el fresco y su pandilla se despidieron y se separaron en dos grupos. Fue entonces cuando él y su amigo Alfonso marcharon alrededor de a remate de la calle de Atocha con la de San Sebastián. Inopinadamente, «aparecieron varios individuos que trataron de representar un saludo de afecto». Pero, en ingenuidad, lo que consiguieron fue separar a los dos amigos y herir a Ricardo Daniel, para robarle.
Concretamente, un temporalizador Rolex valorado en 12.950 euros. Se lo cogió al retorcerle la muñeca y tirarle al suelo uno de los atacantes. Cuando el fresco intentó levantarse, le asestaron un musculoso rebelión en la cabecera, que lo dejó tirado y aturdido. Al percatarse de lo que acababa de pasarle a su amigo, Alfonso salió corriendo detrás del atracador y llegó a darle importancia. Pero el individuo se revolvió y le golpeó a él todavía, hasta escapar con sus compinches; no sin antiguamente, dejarse un zapato y el teléfono móvil.
Entreambos chicos sufrieron heridas. Ricardo, las propias de los golpes en la cabecera y de los tirones en el protector para quitarle el Rolex; Alfonso, laceraciones en un hombro y lesiones en una rodilla.
El gratitud fotográfico por parte de las víctimas sobre el sospechoso, Abdu Fazwi, en situación ilegal en España, no fue la única pista contra él; todavía el certificación de un conductor de Uber que presenció los hechos y, adicionalmente, los grabó con su móvil. Asimismo, la IMEI del teléfono que se dejó a espaldas el encartado estaba a su nombre, habiendo sido identificado por la Policía en dos ocasiones en controles. Ricardo aportó los recibos pertinentes de la adquisición del temporalizador, que hizo su raíz y que le regaló.