Participaron, en total, 141 profesionales, encima de cuatro técnicos, que realizaron 3.348 recorridos por 13.781 kilómetros. Toda la información que recogieron fue analizada por los expertos, que sugirieron las zonas en las que, entre agosto y octubre, se establecieron las estaciones de audición. De nuevo esos datos fueron analizados y se determinó dónde hacer el fototrampeo.
Según los datos recogidos en este postrer censo, el lobo presenta una distribución generalizada en Galicia, excepto en las grandes ciudades y el Baixo Miño. Está presente en una superficie de 26.908 kilómetros cuadrados, un 91% de la superficie total del departamento gallego. Por provincias, la distribución del lobo supone una ocupación del 93,9% de A Coruña, un 95,2% de Lugo, un 94,1% de Ourense y un 71,8% de Pontevedra.
El estudio determinó la presencia de de 93 manadas de lobos en Galicia. De ellas, 18 están en departamento exclusivamente de A Coruña, 26 en Lugo, 16 en Ourense y 5 en Pontevedra. Pero, encima, hay dos manadas compartidas entre Ourense y Lugo y otra entre Ourense en Pontevedra. Estas, más las 7 compartidas con Portugal, revelan 26 manadas en Ourense (16 fijas y 10 compartidas). Lugo comparte tres manadas con A Coruña, una con Pontevedra y 8 con Castilla-Arrogante. Asumiendo que la media de lobos por manada es de 8 o 9, los montes gallegos concentran entre 744 y 837 ejemplares, que supone una densidad de 2,76-3,11 lobos por cada 100 kms cuadrados. A Ourense le corresponden entre 208 y 234 ejemplares.
El censo incluso deja claro que el lobo predomina, sobre todo, en el ideal de las provincias de Lugo y A Coruña y en el sur de la de Ourense, incluso en la Costa da Morte, en la Serra de Outes y en el oriente de las provincias de Lugo y Ourense. Y lo que incluso se certifica es, al menos, la estabilidad de la especie con respecto al censo 2012-14. Y atendiendo a la investigación histórica, las cifras ni siquiera diferirían mucho de las del siglo XIX, al menos en lo referido a la distribución de la especie.
Debate político
El lobo incluso centra el debate político, ya que el Gobierno central -a instancias de la UE- lo incluyó en la serie Lespre de especies protegidas en 2021, con la correspondiente prohibición de su caza. Las comunidades del ideal (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla-Arrogante), las que albergan más lobos, pretenden eliminar tal protección porque, a su discernimiento, “complica el inmovilidad entre la especie y la actividad del sector primario con el que comparte departamento”. Los defensores del lobo sostienen que es el único depredador del cerdo salvaje, especie que ha disparado su población y que es la principal causante de muertes en accidentes de tráfico. La discusión sigue abierta.