El fiscal subraya la «brutalidad exagerada» del acusado de asesinar a su casera en León de 52 puñaladas


Recibió 19 puñaladas cuando aún estaba viva y otras 33 cuando ya yacía muerta. El terrible crimen ocurrió el 24 de marzo de 2020, en las primeras semanas de confinamiento y el que fuera su inquilino se sienta desde este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Audaz dibujado de matarla «con una brutalidad exagerada e innecesarias». Así lo ha afirmado al inicio del prudencia el fiscal, que pide para él una pena de 23 abriles de prisión.

La víctima, vecina y arrendadora del dibujado y de largura desconocida recibió, así un total de 52 puñaladas infringidas con una cortaplumas o cuchillo de al menos 2,5 centímetros de satisfecho. El dibujado fue detenido en febrero de 2022, tras comprobarse la coincidencia de su ADN con el de las muestras de casta recogidas en el motivo de los hechos, la casa de la fallecida, informa Ical.

«Tenía todas sus facultades. Supo lo que hizo y quería hacerlo», ha recalcado la incriminación pública, que ve ensañamiento en los hechos que considera constitutivos de un delito de crimen y otro de hurto –por robarle un sobre con 3.000 euros– y que propone, por otra parte de la pena de calabozo, indemnizaciones de 35.000 euros para cada hijo y para la pareja y 3.000 más para los herederos.

Las acusaciones particulares, que representan a los dos hijos y a la pareja de la fallecida, elevan a 30 abriles la petición de calabozo, 25 por el crimen, que consideran cometido con perfidia y ensañamiento «con una maldad enorme» y para el que reclaman la aplicación de agravantes y cinco por lo que califican como robo.

En sus calificaciones iniciales la defensa plantea un delito de homicidio, por el que propone una pena de diez abriles de prisión y que se aplique un atenuante de arrebato, entregado que el dibujado alega que solamente recuerda las dos puñaladas iniciales «tras perder los alteración» a posteriori de una discusión sobre el locación en la casa de la mujer en Audaz, aunque sí se acuerda de haberse lavado las manos en el baño de la víctima.

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