¿por qué es mejor comer sardinas los meses sin erre?


El calendario solo contempla cuatro meses sin erre: mayo, junio, julio y agosto. Casualmente, son los meses veraniegos y en Málaga hay un producto que se consume por encima del resto en esta época del año: los espetos de sardinas.

Existe un refrán que dice que los mejores meses para yantar sardinas son estos, los únicos que no contienen la erre. Este dicho se ha venido repitiendo como un mantra en los últimos abriles sin atender siquiera a si hay una explicación razonamiento detrás. Así, automáticamente se asocia el verano –meses sin erre– con el consumo de un auténtico espeto de Málaga y una cerveza malagueña y exquisita para seguir tan delicioso manjar.

Sin requisa, la familia de la mar no es muy dada a las casualidades, sino a las causalidades. Es por ello que detrás del refrán hay una causa, una explicación, una razón para afirmarlo. Sigue leyendo para memorizar por qué es mejor yantar sardina los meses sin erre.

¿Cuál es la mejor época del año para yantar sardinas?

A pesar del dicho, la sardina se puede –y se debe– yantar durante todo el año. Se negociación de un pescado celeste muy rico en nutrientes y posee múltiples beneficios. En este sentido, la sardina, que es el producto suerte de la costa de Málaga, es una fuente de proteínas, fósforo, hierro, ácidos grasos omega-3 y vitaminas B, B12, B6, E y D, fundamental para la unión del calcio por los huesos.

Dicho lo cual, cabría preguntarse lo posterior: ¿de dónde viene el dicho popular de que la sardina se come en los meses sin erre?

¿Qué le ocurre a la sardina los meses sin erre?

Una de las características de la sardina es que su carne es rica en aceite, lo que le aporta el sabor. La sardina genera la aceite gracias a su nutriente, basada en plancton. Y es aquí donde se halla la razón de por qué es mejor yantar la sardina en los meses sin erre.

Como se mencionó anteriormente, estos meses coinciden con el verano, data en la que aumenta la temperatura del mar. Esto produce que el plancton multiplique su reproducción, por lo que las sardinas incrementan su consumo y engordan por la acumulación de aceite en su piel.

Finalmente, al asarla en los espetos al calor de las brasas, esta aceite se licua y traslada todo su sabor a la carne. Esta es la razón que explica que la sardina sea un delicioso manjar en estas fechas veraniegas de meses sin erre.

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