La percepción sobre la incidencia del acoso escolar en este último año ha disminuido. Sólo uno de cada diez estudiantes (11,8%) cree que en su clase hay compañeros que sufren acoso respecto a las cifras del año anterior (24,4%). Es la cifra más baja desde 2015, cuando la Fundación ANAR y Mutua Madrileña comenzaron a realizar estos estudios. En aquel momento, uno de cada dos alumnos creía que había algún caso de acoso en su clase.
En las clases en las que los alumnos perciben acoso, la media de casos detectados es 1,8 víctimas por aulasi en promedio hay 30 estudiantes en una clase.
Este informe muestra cómo los insultos, los apodos y las burlas son las agresiones más frecuentes, según el 88,1% de los encuestados. El La agresión física ha disminuido. y la difusión de rumores es la forma de acoso que ocupa un lugar central. Otro dato relevante es que casi uno de cada cuatro estudiantes (23,3%) reconoce haber participado sin darse cuenta en una situación de acoso, porcentaje que también desciende respecto al año pasado. Entre los motivos más comunes de acoso se encuentra el acoso debido a la apariencia física y las cosas que dice o hace la víctima.
Ataques grupales
El ataques grupales Representan el 68,1% de los casos. Esta cifra supera la época prepandemia, aunque es inferior a la de años anteriores, con un 72,4% en el curso 2020-21 y un 72,6% en el 2021-22. Además, la percepción de ciberbullying también ha disminuido pero de forma más moderada (0,8%) cuando el año pasado se situaba en el 7,4%. Los medios a través de los cuales se comete acoso digital siguen siendo las redes sociales: Whatsapp (70,2%), Instagram (49,6%) y TikTok (38,5%).
Los profesores son cada vez más conscientes de casos de acoso y están cada vez más implicados en la detección y solución de estos casos. “La sensibilidad hacia el acoso ha aumentado, tanto en la sociedad en general como entre los docentes. La implicación del profesorado hace que actúe con mayor diligencia, lo que se traduce en una menor percepción de los casos por parte del alumnado”, explica Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.