Cuando la madre se dio cuenta de lo sucedido, el niño fue trasladado inmediatamente a un hospital. Una vez allí, los médicos tardaron unas dos horas en retirar todas las agujas, que estaban situadas en diferentes puntos del estómago y el tracto intestinal de los niños. Los sanitarios pudieron realizar el trabajo correctamente y el menor no sufrió daños graves.
Los trabajadores de la salud detallaron que, una vez en el quirófano, abrieron el abdomen del niño y encontraron fácilmente “los cuerpos metálicos”: “Las agujas fueron cortadas en su parte distal y encontramos dos en el peritoneo del lado derecho, otra que entraba en el omento (tejido ubicado en la cavidad abdominal), tres del lado izquierdo lado, uno en la pared abdominal y dos fueron peligrosamente entre la vejiga y el recto.”
Le quitaron las ocho agujas del cuerpo y, ahora, el niño está recuperándose rápidamente de cirugía. Sus médicos han declarado que permanecerá en el hospital al menos tres días más antes de que le den el alta para regresar a casa. Todo ha sido un susto.
Se utilizaron agujas para administrar medicamentos a las vacas.
Según familiares del niño, las agujas que ingirió fueron utilizadas para inyectarse medicamentos para vacas. Se los tragó accidentalmente mientras jugaba en la finca donde trabajaba su madre, ubicada en una provincia del norte de Perú.
“Tal vez mientras estaba jugando Se tragó las agujas. Cuando los encontró tirados por ahí, de repente se los tragó. Porque a veces voy a la finca, a veces también voy como ayudante porque soy madre y padre al mismo tiempo para mis hijos”, declaró la madre del niño.