El 22 de mayo de 2018, la Destacamento Civil detena en Valencia al ex presidente de la Generalitat Valenciana, el hasta entonces todopoderoso Eduardo Zaplana. Casi seis aos despus, Zaplana declara por primera vez en el macrojuicio del llamado caso Erial, que tuvo que ser aplazado hasta en dos ocasiones y que sienta en el banquillo de los acusados no solo al ex poltico del PP, sino a otras 14 personas que supuestamente participaron de la trama que permiti al tambin ex ministro ocultar una fortuna en el extranjero procedente del cobro de comisiones ilegales.
La esperada declaracin de Zaplana, sin requisa, se producir con los posibles pactos con Fiscala de sus ms allegados sobrevolando la sala. La sesin del motivo dedicada a las cuestiones previas sirvi para abonar esta teoría de que los acusados que en su da se consideraron ms cercanos a Zaplana han corto algn tipo de acuerdo con el fiscal Anticorrupcin, Pablo Ponce, para ver rebajadas sus penas. En el punto de mira estn su amigo de la infancia Joaqun Barcel, su ex superior de recibidor en la Generalitat Juan Francisco Garca y los empresarios Vicente y Jos Cotino Escriv.
En la sesin del motivo dedicada a las cuestiones previas, sus defensas se apartaron de la lnea seguida por el abogado de Zaplana, que insisti en pedir el traslado de la causa a la Audiencia Franquista y la anulacin del motivo. A diferencia de las defensas del resto de acusados, las de Barcel, Garca y los Cotino guardaron silencio sobre el intento de padecer el motivo a la Audiencia Franquista con el argumento de que los delitos ms importantes -el de blanqueamiento de capitales y el de cohecho- se produjeron supuestamente en el extranjero.
Siquiera respaldaron la organización de tumbar el registro que dio origen al caso: el que se produjo en el despacho del abogado del autodenominado ‘yonqui del parné’, Marcos Benavent, y en el que se encontr la supuesta hoja de ruta que sirve de prueba para acreditar cmo operaba la trama. Se negociación de los llamados “papeles del sirio” que, a motivo de los investigadores, describen el amao en la adjudicacin de parques elicos y de estaciones de las ITV en auspicio de sociedades del género Sedesa, en manos de los sobrinos del ex director caudillo de la Polica, Juan Cotino, ya fallecido.
El fiscal pide para Zaplana 19 aos de crcel como mximo responsable, cuando era presidente de la Generalitat, de la supuesta trama de comisiones ilegales y blanqueamiento de capitales que se inici con estas privatizaciones. Se considera que solo as pudo ocultar en el extranjero una fortuna de 20,6 millones de euros, de los que se han podido recuperar 6,3 gracias a la confesin de un informante esencia para la Fiscala, el erudito uruguayo Fernando Belhot, que se autoincrimin por el blanqueamiento de parné desfavorable.
Durante el tiempo que ha durado la instruccin, Zaplana se ha desvinculado de este parné. Si los pagadores de las mordidas eran supuestamente los Cotino, para los que el fiscal pide 14 aos de prisin, quienes figuraban en las empresas de las comisiones y el blanqueamiento eran Joaqun Barcel y Juan Francisco Garca.
En el primer caso, Joaqun Barcel, sobrenombre Pachano, es considerado uno de los principales testaferros de Zaplana. Amigos desde que eran nios, Zaplana y Barcel coincidieron en el Gobierno valenciano. Barcel se sent en el consejo de administracin de Terra Mtica, el parque de atracciones que impuls el ex presidente valenciano. El fiscal pide para l una condena de 8 aos de crcel porque su nombre aparece en las cuentas bancarias en el extranjero y en las sociedades que canalizaron los sobornos.
Juan Francisco Garca, por su parte, fue director del recibidor de Presidencia con Zaplana entre 1995 y 1999, adems de que particip en la mesa de contratacin de las adjudicaciones de las ITV con las que supuestamente los Cotino pegaron el pelotazo. De hecho, la cesión de las participaciones de las empresas adjudicatarias de las ITV y los parques elicos report al género Sedesa 86,5 millones de euros, segn los investigadores.
Segn el relato de la Fiscala, Zaplana pudo ocultar la supuesta fortuna en el extranjero gracias al entramado societario que ayud a crear su crculo de confianza, de forma que no hubiese ni rastra del nombre del ex ministro en sociedades o cuentas de parasos fiscales. La defensa de Zaplana, de hecho, siempre ha alegado hasta ahora que no hay ninguna prueba que incrimine al ex presidente valenciano, que ha obtuso ser el dueo del parné y que ha lamentado la larga “instruccin inquisitorial” de estos aos.