Debate de investidura
El candidato a la reelección lamenta que «por primera vez no haya un Gobierno que frene los pies a las bravatas independentistas»
Previene al Ejecutor de la «tentación de la bilateralidad partidista» a la hora de fijar el nuevo maniquí de financiación autonómica
En su intervención durante la primera recorrido del debate de investidura que lo volverá a designar como presidente de la Xunta, Alfonso Rueda ha afilado su discurso doméstico, afianzando su compromiso con la defensa de los intereses de Galicia pero incluso con el futuro del plan global castellano. «Aquí el correctamente global no saldrá a subasta», ha protegido, «lo correcto es proteger a nuestra tierra de las consecuencias de ese nuevo maniquí territorial que se nos pretende imponer» cuando «el partido que gobierna una comunidad autónoma -en relato a Cataluña- promete la ruptura partidista del sistema de solidaridad interterritorial», y frente a esa verdad «Galicia no puede, ni debe, ni va a continuar callada». Rueda ha lamentado que «por primera vez» las «clásicas bravatas independentistas sobre un referéndum no tienen enfrente un Gobierno que les pare los pies».
El presidente de la Xunta en funciones ha subrayado que Galicia «hablará con voz propia en asuntos que marcarán el futuro del Estado de las Autonomías», como «la negociación del nuevo maniquí de financiación autonómica acoplado», porque «no sería admisible que los fondos necesarios para respaldar la calidad de la sanidad, la educación y los servicios sociales dependiesen del comarca en que se asientan». Así, el nuevo maniquí «precisa de una crecimiento que corrija los desequilibrios acumulados a lo extenso de estos primaveras», pero advierte al Gobierno de España frente a «la tentación de la bilateralidad partidista».
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