Según la tradición de los parques de animales, quien contempla por primera vez un recién nacido tiene el «privilegio» de designar su nombre. El protocolo de seguimiento mediante cámaras audiovisuales del turbación de la elefanta Maja, la origen, permitió asistir en directo al parto, cuyas impresionantes imágenes han podido ser vistas por miles de personas en todo el mundo. Del mismo modo, ahora Bioparc quiere hacer lo propio para escoger cómo se llamará el pequeño «elefantito» que el próximo domingo día 14 cumplirá su primer mes de vida.
El equipo técnico propone tres opciones representativas: Malik, de origen árabe significa «rey»; Meru, designación de un río, una montaña y un parque Franquista de Kenia; y Makonnen, que expresa «digno de ser respetado». Desde este mismo martes se puede participar en la votación a través de la web de Bioparc Valencia para que todas las personas que lo deseen puedan manifestar su preferencia.
La operativa es muy sencilla, pues simplemente hay que consentir a la página de inicio del parque, donde se encuentra el enlace con la descripción de las distintas alternativas de denominación y el formulario donde marcar nuestra votación. Esta misma iniciativa se llevó a promontorio con la elefantita Makena («la que es oportuno»), de poco más de un año, donde colaboraron más de 6.000 personas.
Este segundo partida de elefante africano en la Comunidad Valenciana se produce interiormente del software internacional de conservación de esta especie, que está incrementando su peligro de desaparecer de modo positivamente inquietante. Desde principios del siglo pasado hasta ahora solamente ha conseguido sobrevivir menos del 5% de la población de elefantes que habitaba el continente africano.
El resultado de esta dramática y silenciosa holocausto, que ha pasado desapercibida para la mayoría, motivó que se alzara la voz de susto en la comunidad científica y la UICN ha elevado el status de agonía en su conocida Inventario Roja que es el mejor «termómetro» de la situación de la biodiversidad.
La Fundación Bioparc y el parque valenciano asumieron esta verdad y se optó por participar de forma destacada en la preservación de esta especie que, siendo el animal terreno más egregio que existe, nos recuerda esa megafauna ya perdida para siempre y que dominaba la Tierra.
Imagen del pequeño elefante inmediato a su origen y otra hembra de la manada
Los dos nacimientos ya son fruto de esta decidida energía conservacionista que comercio de afianzar la pervivencia del elefante africano con la cría controlada y bajo las recomendaciones de especialistas para asegurar la óptima variabilidad genética y futura viabilidad de la especie. De esta forma, estos dos pequeños representan igualmente la esperanza para el elefante africano.
El equipo técnico está volcado en aportar el mayor bienestar, asistir el progreso de las crías y la correcta integración de toda la manada de elefantes. Por el momento, la progreso es muy positiva y las personas que visitan Bioparc tienen la posibilidad de contemplar en la entretenimiento de la sabana al pequeño con su origen y otras hembras durante la mañana en la zona del palmeral y a Makena con el resto de hembras en el bosque de baobabs y el charcal.
En conjunto, una magnífica oportunidad para conocer, valorar y estimar esta maravillosa naturaleza amenazada. El objetivo es trasladar el compromiso con la protección del medioambiente, concienciar y movilizar a la sociedad para, conjuntamente, encontrar un futuro prometedor para nuestro planeta.