Una damisela amiga de dos de los fallecidos en el derrumbe de un restaurante en la Platja de Palma se salvó del suceso por escasamente unos minutos gracias a una inesperada convocatoria de teléfono. Verónica López se dirigía como cada tarde al nave tras finalizar su marcha profesional cuando, a escasamente diez metros del Medusa Beach Club, recibió una convocatoria de su compañera de tierra porque se había dejado las llaves de casa. Cambió de dirección y, cuando llegó a su casa, comenzó a admitir llamadas de amigos que le explicaban lo que acababa de sobrevenir.
López ha explicado que el Medusa Club Beach era un punto de conversación de los trabajadores de la zona cuando terminan su trabajo. Ella era habitual del nave desde hace abriles y conocía mucho al damisela senegalés que se encontraba adentro cuando se produjo el derrumbe. Asimismo era amiga de la camarera fallecida, una damisela navarra de 23 abriles, pero todavía de origen senegalés.
Imagen del edificio que se caldo debajo. / AFP)
“Estamos en shock”, ha dicho a los periodistas delante del nave en el que sigue habiendo escombros. Ha explicado que el nave estaba cerrado durante el invierno, como la anciano parte de los comercios, bares y restaurantes, ya que no hay turistas, pero había vuelto a desplegar hace unos meses. “Nunca había habido ningún problema con mínimo”, ha dicho.
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“Yo venía para aquí, pero me llamaron cuando estaba en la arista y me tuve que retornar”, explica. “Me libré gracias a que me llamaron para ir a mi casa”, afirma. Asegura que es un sitio habitual al que acudía todos los días, como muchos compañeros de trabajo de la zona. “Me llamaron porque pensaron que estaba adentro”, dice. Es probable que conozca a algunos de los heridos porque el nave era “como una pequeña grupo”. Asegura que, hasta la aniversario, no sabe mínimo de los propietarios del nave.
“Todos los camareros están muy afectados”, señala. La damisela explica que este invierno había hecho obras de remodelación del nave, pero que solo había afectado a la apariencia externa de la terraza, no al resto del edificio. Bomberos y policía siguen trabajando en la zona, que está acordonada, mientras los turistas toman el sol frente al nave. Numerosos curiosos se han acercado hasta la calle, ya que el nave está situado en una de las principales zonas turísticas de Palma
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