El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó a primera hora de ayer en un solemne y breve discurso, pronunciado sucesivamente en gachupin y en inglés en las escalinatas de La Moncloa, el registro que España hace, de guisa conjunta con Irlanda y Noruega, de Palestina como Estado. Habló de un día histórico pocos minutos ayer de que se reuniera el Consejo de Ministros que aprobó el registro sin modificar, explicó el jerarca del Ejecutante, las fronteras de 1967 omitido que las partes así lo decidan, advirtió. Al tiempo que explicó que su propuesta es que la futura Palestina abarque Lazo y Cisjordania unidas por un corredor humanitario con salida al mar y con una hacienda en Jerusalén este. Todo ello, matizó, en un Estado que deberá ser «viable».
Luego fue el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien compareció en la rueda de prensa habitual de los martes en Moncloa para vanagloriarse igualmente del registro, al que en breve se sumarán además Malta y Eslovenia, dos países que ya en marzo, en los márgenes del Consejo Europeo, firmaron con España y con Dublín un pacto para impulsar ese registro. Sin requisa, y como viene ocurriendo con este asunto, los socios del PSOE, tanto el de coalición, Sumar, como los parlamentarios, creen que no es suficiente y le piden a Sánchez dar más pasos contra Israel.
El jerarca del Ejecutante, como además hizo luego su ministro, puso buen cuidado en señalar que el registro «es una valor que no adoptamos contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo al que respetamos y con el que queremos tener la mejor relación posible». Y además puso en valía tanto su condena de Hamás como sus guiños a la Autoridad Franquista Palestina (ANP). «Esta valor refleja nuestro rechazo exterior, naurálgico, a Hamás, que está en contra de la opción de los dos Estados», afirmó, al tiempo que se refirió a la ANP como «nuestro socio para la paz».
Pero ya Albares tuvo que contestar a preguntas sobre lo que le piden los socios, que es ir más allá en relación a Israel, al que acusan de cometer un «exterminación» en Lazo, un término que hasta ahora habían evitado los miembros socialistas del Ejecutante pero que por primera vez lo mencionó la semana pasada la ministra de Defensa, Margarita Robles. El responsable de Exteriores recordó que nuestro país no concede licencias de exportación de armas a Israel desde que se produjo en octubre la matanza de Hamás y que siquiera ha servido de escalera para cargueros con dicho armamento, lo que suscitó hace unas semanas una polémica con Sumar y Podemos, cuando estos grupos denunciaron que el carguero Borkum iba a detener en España, poco que finalmente no hizo. «Todos los miembros del Gobierno estamos unidos en torno a la paz. La cohesión y solidez de un gobierno se comprueba martes a martes en el Consejo de Ministros y hoy hemos demostrado que estamos todos unidos por la paz, con este registro del Estado de Palestina», señaló el ministro. Fuentes presentes en la reunión del Consejo de Ministros indican como prueba de ese buen bullicio entre los socios de coalición que en un momento de la reunión se produjo un aplauso silvestre precisamente por el registro de Palestina como un Estado.
Desde Sumar, su portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, le había puesto deberes al Gobierno poco ayer: «Retirada de la embajadora, pleno requisa a la compraventa de armas, apoyo a la Corte Internacional de Jurisprudencia, ruptura del acuerdo UE-Israel. Firmes contra el exterminación. Aislar a los genocidas y a los que asesinan y queman niños».