El concejal de Urbanismo, Florentino Delgado, ha visitado este miércoles la sede de la asociación de vecinos La Voz del Barrio, en Palomarejos. Allí mantuvo un encuentro con varios miembros de la asociación, entre ellos su presidente, Paco Arce. Delgado ha esbozado algunas de las ideas que tiene el equipo de gobierno municipal “para fomentar la vida en un barrio castigado por el abandono de la anterior Corporación y por los daños causados por el cierre del Hospital Virgen de la Salud”.
Además, Florentino Delgado Les ha explicado las propuestas que ha esbozado, en los apenas dos meses desde su llegada al Ayuntamiento, para revitalizar el barrio, modernizar las propiedades en la zona de Corea.
El concejal de Urbanismo ha coincidido con los vecinos en la necesidad de plantar más árboles, diseñar vías para carriles bici, ofrecer posibilidades de vivienda a los jóvenes y dotar de servicios médicos “a una zona muy céntrica de la ciudad y con una población muy numerosa “. envejecido, al igual que el barrio de Palomarejos.
Otro tema importante que han discutido es la redacción del futuro Plan de Ordenación Municipal (POM). Los representantes vecinales han acordado presentar por escrito las propuestas para su barrio. En este punto. Delgado se ha comprometido a que “cada uno de los proyectos desarrollados en su departamento sean conocidos por los vecinos y cuenten, si es posible, con el consenso de la sociedad toledana”.
Después de todo, ha aclarado Concejal de Urbanismo “Estamos aquí para trabajar para los toledanos y diseñar una Toledo mejor, una que pueda afrontar los retos del futuro como una ciudad moderna que respete su patrimonio, y donde los residentes quieran quedarse a vivir porque es una ciudad cómoda y ciudad accesible.” .
Por su parte, la Asociación ha trasladado al responsable de Urbanismo su preocupación por la situación que atraviesa el barrio en los últimos años, con edificios vacíos, negocios cerrados y una creciente inseguridad ciudadana.
Del mismo modo, han hablado de la necesidad de finalizar las obras de su sede, situada en el pArco de Aquisgrán, que comenzó hace más de un año, y tuvo un plazo de ejecución de seis meses. Desde entonces, dicen, el inmueble permanece cerrado, con obras inejecutadas o mal terminadas, lo que impide llevar a cabo las actividades programadas por la entidad.