El magistrado de instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, tiene abierta una causa contra siete agentes de los Mossos d’Esquadra acusados de acaecer detenido ilegalmente a un hombre al que habrían insultado y vejado por su condición de desviado. El magistrado les atribuye un supuesto delito de detención ilegal, trato degradante y delito de lesiones a partir de un atestado manufacturado por la División de Asuntos Internos.
Los hechos se remontan al 8 de noviembre de 2021, según ha liberal El Semanario y han confirmado fuentes judiciales a torrevieja news today. Tres patrullas de la policía catalana acudieron a un bar del Eixample alertados por el propietario. Un cliente, que estaba muy estropeado, le había roto el dedo de una mano a una amiga suya. Al parecer, la mujer declinó denunciarlo porque era su amigo y los agentes se marcharon. Sin requisa, a los pocos minutos, el dueño del bar volvió a apelar a la policía luego de que el mismo individuo hubiera provocado una quemadura en la cara de un cliente. El propietario llamó a los Mossos y les informó de que pegado a varios consumidores del bar habían pequeño al asaltante.
El magistrado les imputa detención ilegal, trato degradante y lesiones
Cuando los agentes se personaron en el bar procedieron a detener al hombre. Lo introdujeron en el transporte policial y presuntamente le golpearon al bramido de “maricón” llegando este a confesar en el interior del coche, según denunció el propio afectado. A pesar de que había sido arrestado y esposado, uno de los agentes abrió la puerta de coche y lo puso en desenvolvimiento. “Lo dejó en el suelo y seguidamente lo golpeó en la zona del parejo con un objeto persuasivo”, según el relato que realizó la víctima. Tras deambular un rato por la calle, según la confesión del afectado, la misma patrulla lo volvió a interceptar y lo introdujeron adentro del transporte donde supuestamente fue agredido de nuevo.
La investigación de la causa se ha demorado tanto porque el afectado no ratificaba la denuncia llegando el magistrado a advertirle de que si no lo hacía la archivaría. El hombre alegó que se encontraba fuera de España a pesar de que en este tiempo ha sido detenido en dos ocasiones por la policía por atentar a su abuela. La causa se inició luego de que una agente en prácticas que iba a borde del transporte en el que supuestamente se produjo la atentado pusiera los hechos en conocimiento de la División de Asuntos Internos de los Mossos.
La denuncia se interpuso en julio de 2022, casi nueve meses luego de los hechos. La DAI procedió a la detención de los siete agentes, entre los que se encuentra un mango. El magistrado decretó prisión provisional previsible bajo una fianza de 6.000 euros para los dos agentes que acompañaron en el transporte al afectado. El pupitre Requena & Mazzoni Advocats, que representan a algunos de los investigados, han declinado hacer valoraciones al respecto.