los mil y un detalles de la Custodia de Arfe


Como una «obra maestra». El Cabildo Catedral encumbra esta cuarto con esos términos cuando describe este aceptablemente patrimonial. Durante todo el año permanece en la zona del Fisco, abierta a la observación de los visitantes del templo veterano, y el próximo 2 de junio sale asimismo a la luz del día con la procesión oficial del Corpus Christi.

El orfebre de origen tudesco Enrique de Arfe introdujo en España un renovado concepto de la custodia procesional. Su valencia único compagina tres cualidades en una sola cuarto: su calidad, la riqueza del software iconográfico y la transigencia de una nueva tendencia artística, del Godo al Renacimiento.

La singular gema en plata, plata dorada y oro tiene cuatro cuerpos diferenciados. El basamento diferente está formado a partir de compartimentos creados por arcos trilobulados y agujas de filigrana.


Las escenas de la vida de Cristo, en la Custodia de Arfe


Roldán Serrano

En su interior albergan 18 escenas de la Vida pública, la Pasión y Resurrección de Señor. Las figuras que las protagonizan no superan los 55 milímetros, lo que da muestra de su prodigioso trabajo.

La ulterior zona es el templete del viril, el cuerpo principal cuya función es la de servir custodia para la Sagrada Forma. Se asienta sobre una base con volutas y ángeles, y está formado por un «machón cilíndrico de vidrio del que parten las torres interiores, que al mismo tiempo enlazan en las exteriores por medio de arbotantes».


La minuciosidad de los detalles de las figuras da cuenta de la destreza técnica de Arfe


Roldán Serrano

Continuando en dirección a hacia lo alto se sitúa el templete de la Admisión (la Inexplorado a la que se dedica la Catedral de Córdoba), que acoge la representación de la Inexplorado que hizo el platero Bernabé García de los Reyes. Este cuerpo se configura con pequeñas torres unidas por sostenes de delfines sobre los que cabalgan ángeles.

El cuarto y final cuerpo es el templete de la campana, con torres de perfil hexagonal enlazadas a través de guirnaldas de flores. Va rematado por una campana, una macolla y una corona de la que cuelgan otras seis campanitas, que proporcionan el característico sonido cuando está en movimiento.


Señor Salvador supone el culmen de la Custodia


Roldán Serrano

El conjunto, dotado de un inconfundible distinción elegante y erguido, culmina en una base en la que reina la figura del Salvador en postura triunfante, con el torso desnudo y una cruz en la mano.

Enrique de Arfe comenzó a trabajar en ella por encargo del Cabildo Catedral en el año 1514 y la terminó en 1518. Realizó asimismo la de Bizarro, desaparecida, y la de Toledo.

Entre los detalles que merece la pena ver con lupa figuran las torrecillas (que dotan a este medios de un elevado sentido arquitectónico) y 132 imágenes de santos.

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