El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, recordó que el PSOE se presentó a las elecciones dejando claro que la amnistía para los implicados en el procesos El catalán no encajaba en la Constitución y ha pedido a su partido que lo aclare, para no alimentar la “ambigüedad” y que diga si alguien tiene ahora “otra idea”. A su juicio, sería “enormemente grave” que lo que no encajaba en la Constitución “cabe de un día para otro”.
El líder de los socialistas castellanomanchegos se ha pronunciado así desde el Feria de Albacetedonde ha sido preguntado por los medios sobre estos temas que están en el centro del debate nacional.
“Lo último que oí al presidente del Gobierno hablar de amnistía fue que no encajaba en la Constitución. No he oído nada más todavía, y espero oírle decir. El Partido Socialista tendría muchas opciones para ir siempre y cuando no alimentemos ninguna ambigüedad sobre nuestra vocación constitucional y, lógicamente, la igualdad entre todos los españoles”.
Pese a estas palabras, García-Page, que ha confesado que la amnistía es un tema que le tiene “muy preocupado”, ha señalado que tiene intención de pronunciarse “en el momento adecuado”.
“Ahora estamos en el momento de la investidura de Feijóo y, por eso, creo que también hay que verlo con mentalidad práctica y no caer en la retórica a la que algunos quieren llevarnos. Quiero ver las cosas en detalle y hacer una reflexión razonada declaración. Siempre con firmeza”.
Sin embargo, a su juicio, en relación con la amnistía “sólo hay dos cosas evidentes, que aún deben aclararse”. “La primera es que no han pasado ni dos meses desde las Elecciones Generales, que fueron el 23 de julio, a las que el PSOE acudió con el planteamiento de que la amnistía no encajaba en la Constitución. En consecuencia, lo que propusimos a los electores el 23 de julio es que la amnistía no encajaba en la Constitución”, reiteró.
De ahí que haya sentenciado que este nuevo planteamiento “habrá que explicarlo o aclararlo si alguien quiere cambiar su planteamiento o su idea”.
“La realidad es que todo el Gobierno, todos los ministros, se han cansado de decir que no encajaba en la Constitución y esa era la respuesta que se le daba constantemente a Esquerra Republicana. Por tanto, que lo que no encajaba en la Constitución desde de un día para otro, esto desde el principio, como comprenderéis, es enormemente grave.
Dicho esto, ha defendido que “como medicina previa” todos los demócratas en España “tenemos que escuchar a Puigdemont o a los independentistas cuando han reconocido la vía constitucional, ratificarse en el compromiso constitucional, aunque quieran cambiar la Constitución o no me gusta, y en todo caso un compromiso evidente de no volver a las andadas.
“Esto es obvio. Te están diciendo que quieren amnistía para volver a hacer lo mismo, miel en las hojas, vamos, el agua está más clara, el agua está más clara”.
Lenguaje ‘civilista de guerra’
De igual forma, también preguntó sobre las declaraciones del expresidente. José María AznarTras asegurar que no le sorprende porque está “Aznar en su elemento”, ha abogado por superar este debate y ese lenguaje “un poco de guerra civil”, afirmando que “las soluciones nunca vendrán de los extremos”.
Y García-Page se ha mostrado convencido de que las soluciones, lejos de venir de posiciones extremas, “tienen que venir de soluciones más reflexivas, más moderadas”. “Creo que este es el espacio en el que algunos vamos a insistir obstinadamente en que no se pierda del todo en España, porque de lo contrario estamos condenados a que una mitad esté permanentemente contra la otra mitad. Esto no es un debate, es ni siquiera un debate a veces entre izquierda y derecha, como se quiere proponer.
Dicho esto, ha sostenido que la derecha catalana “es más que el PP en Cataluña y ha sido el rival permanente del Partido Socialista de los Catalanes”. “En términos económicos, Puigdemont se entendería mejor con Aznar que con nosotros”, ha subrayado.