El IVAM explora el trabajo de mujeres artistas en España y Portugal en los inicios de la democracia y reclama su lugar en la historia


El Institut València d’Art Modern (IVAM) inaugura el jueves 30 de mayo la exposición ‘El poder con que saltamos juntas. Mujeres artistas en España y Portugal entre la dictadura y la democracia’ que reivindica el trabajo de 58 mujeres artistas y la dimensión poética y política de su obra entre las décadas de 1960 y 1970 en España y Portugal.

«La exposición se propone así reevaluar el trabajo de las artistas españolas y portuguesas del momento teniendo en cuenta sus especificidades con respecto al maniquí feminista anglosajón y subrayando las múltiples conexiones que podemos encontrar entre ellas», ha explicado Sonia Martínez, directora adjunta del IVAM.

Durante la presentación ha estado acompañada por las comisarias, Patricia Mayayo y Giulia Lamoni, y la directora de proyectos y relaciones externas de la Fundación Mesa Sabadell, Trofeo García Córdoba, quien ha destacado la fructífera colaboración con el IVAM desde el año 2016 «para fomentar y difundir el arte contemporáneo». La exposición está coproducida con el Centro de Arte Moderna – Fundaçao Calouste Gulbenkian y cuenta además con la colaboración de Hecho Cultural Española (AC/E).

La muestra reúne 186 obras, entre pinturas, fotografías, dibujos, collages, instalaciones y vídeos, de creadoras de los dos países como Ana Hatherly, Ana Peters, Àngels Ribé, Aurora Valero, Ção Pestana, Concha Jerez, Elena Asins, Esther Ferrer, Eva Lootz, Fatima Vaz, Helena Almeida, Juana Francés, Lola Bosshard, Ángela García Codoñer o Soledad Sevilla.

«Cuando examinamos la producción de estas artistas constatamos que no todas se ocuparon de reflexionar sobre la condición femenina, pero muchas de sus obras en esos primaveras tenían que ver con temas cercanos a la dietario feminista como la división sexual del trabajo, la construcción de roles sociales, la maternidad, la domesticidad, el aproximación y disfrute del propio cuerpo, pero además una observación crítica a la sociedad de consumo», subrayó la directora adjunta. Las obras que acoge la exposición muestran un amplio perico de medios y estilos que abarcan desde «la concepto al arte normativo, el realismo tradicional, el pop art y el realismo crítico, el conceptualismo o el neodadaísmo».

Según las comisarias, las creadoras españolas y portuguesas partían de una posición triplemente periférica: en la sociedad y el arte de su país, por ser mujeres; en la estampa artística internacional, por trabajar desde el Sur de Europa; y en los relatos del feminismo hegemónico, por no ajustarse al maniquí de ‘artistas feministas’ establecido en el mundo anglosajón.

Patricia Mayayo ha destacado las diferencias que hubo en España y Portugal respecto a ese maniquí feminista predominante en la época. «No fue hasta el inicio de la democracia, a mediados de los setenta, cuando se desarrolló el feminismo de la segunda ola en la Península Ibérica». Otra diferencia popular en los dos países fue que «las reivindicaciones de las mujeres artistas fueron postergadas, pasaron a un segundo plano frente a la lucha contra la dictadura».

Más que insistir en esa condición insignificante, la muestra pretende subrayar las muchas formas en las que las creadoras lograron alterar ese punto de partida, resignificando el orden simbólico existente, con una pluralidad de lenguajes, temas y estrategias. «Sus obras no siempre se prestan a una ojeada feminista en sentido textual», comentó Giulia Lamoni.

Articulada en nueve secciones, cada apartado toma el nombre de un adverbio o una preposición presentes en la unión española y portuguesa: Casi, A través, En, Desde, Cerca, Ahora, Donde, Entre y Más allá. Como explicó Giulia Lamoni, el hilo conductor son las citas, que anteceden cada una de las secciones, de las Nuevas cartas portuguesas de Maria Isabel Dinamita, Maria Teresa Horta e Maria Velho da Costa, un texto que inspira, asimismo, el título de la exposición y que cuestiona de una forma compleja la condición de la mujer en la sociedad portuguesa de la época.

Así, a lo abundante de la exposición, el visitante descubre la poesía concreta de Elena Asins en diálogo con objetos de cerámica de Salette Taveres, instalaciones de Graça Pereira o Eva Lootz, los detergentes y botes de conserva intervenidos por Emília Nadal o Isabel Oliver, la irónica ‘Tetapop’ de Ángela García Codoñer, obras performativas de Esther Ferrer o la serie ‘ChupaChups’ de Grancinda Candeias.


En la imagen la directora de proyectos y relaciones externas de Fundación Mesa Sabadell, Trofeo García Córdoba; la directora adjunta del IVAM, Sonia Martínez; la cómico, Concha Jerez; la comisaria, Giulia Lamoni; y la administrador del IVAM, María Ayuso González-Montagut


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La muestra es «una gran ocasión para ver obras que no habían sido mostradas desde los primaveras setenta», señaló Patricia Mayayo. Es el caso, por ejemplo, de un tapiz de Eva Looz, de una pintura de la portuguesa Fatima Vaz o el quipu blanco de Aurelia Muñoz, pionera del arte textil, con el que se abre la exposición. Algunas de estas piezas han sido restauradas para su exhibición en el IVAM.

La exposición, abierta en el Centre Julio González hasta el 29 de septiembre, forma parte del software ‘Portugal/España: 50 primaveras de civilización y democracia’ promovido por los Ministerios de Civilización y Asuntos Exteriores de los dos países, un software de actividades culturales que se desarrollará entre 2024 y 2025.

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