La idea es romper estereotipos


No existía un estudio como éste. La juicio de Alberto Pérez es pionera y, casi podríamos afirmar, revolucionaria. “De lo que tráfico esta juicio es de precisar el esfuerzo de los atletas a través de una estructura temporal”, explica Alberto. Es lo que se conoce como prospección “time motion”, que ya se ha adaptado en disciplinas como el fútbol o el tenis, pero nunca ayer en el breaking.

Determinar el esfuerzo individual de cada deportista tiene innumerables aplicaciones. “Sirve para mejorar resultados, predisponer lesiones, preparar entrenamientos individualizados o incluso para enganchar talento”, expone este investigador. Él se ha formado en Educación Primaria y Física y incluso en Deporte. En esto zaguero a nivel teórico y incluso práctico porque, no lo dudábamos, Alberto incluso es b-boy.

”En el break la parte artística es igual de importante”

“Lo que tenemos nosotros no lo tienen otros deportes, que es una parte artística igual de importante que la deportiva”. Es lo que les ha convertido en lo que han donado en clamar “depo-a-rtistas”. Lo bello incluso lo encontramos en la ejercitación, por ejemplo, pero de guisa diferente, nos explica Alberto: “En el break la decisión artística de cada uno no es un hábitat a mayores, es un aspecto fundamental”. Tanto que puntúa. “La ejecución y la técnica son los pilares pero la expresión es igual de importante en una competición. Esa parte es la que es diferente en cada persona que lo practica”. Por eso calcular este esfuerzo es diferente a otros deportes.

Una juicio cum laude para romper estigmas

“Fueron casi cuatro primaveras de trabajo”, recuerda. Cuatro primaveras intensos que tuvieron su galardón, él es el primer sorprendido: “De ningún modo esperaría una mención cum laude”.

Su maduro orgullo es poder contribuir a darle visibilidad a este deporte. “Mi intención es romper el estigma social que rodea el breaking, es un deporte que siempre se asocia a su origen urbano, que claro que lo tiene, pero desde una perspectiva negativa”. Ese es el error, mínimo más allí de la ingenuidad. Se tráfico de una disciplina que fomenta el examen físico, la creatividad y el esfuerzo. “A veces incluso hay padres que no quieren que sus hijos lo practiquen y es porque no saben efectivamente todos los beneficios que tiene”.

Por suerte, las cosas han cambiado ya mucho y el breaking debuta ya como deporte soberbio en los Juegos de París. Un paso importantísimo que abre la puerta, sin duda, a continuar investigando.

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