El trabajo de los cuidadores sube al primer plano. Un salario demasiado bajo, horas extras, la realizacin de tareas que no corresponden inicialmente a su rol y poco, si hado, agradecimiento social… As se presenta esta costura, a la que todos tendremos que conseguir algn da. Cmo cambiar esa dinmica?
Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, no tiene la pcima mgica, pero s la determinacin de enfrentarse este debate, como primer paso de una solucin. Este mircoles organiz una excursión con el foco en las personas mayores, lo que pasa ineludiblemente por atender las condiciones de sus cuidadores. Y dej establecido el objetivo: cambiar el maniquí de este trabajo.
El 90% de la poblacin dice desear envejecer en su casa el mximo de tiempo posible antaño de ingresar en una residencia. Para ello, el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar prximamente una Táctica de Cuidados de Proximidad y una Reforma de la Ley de Dependencia, en la que la prevencin de riesgos laborales y la salubridad de los cuidadores sern la secreto.
As lo reivindic en el acto “Cuidados con derechos“, celebrado este mircoles en el Ateneo de Madrid, al que tambin asistieron Yolanda Daz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economa Social, y tres profesionales del sector. El escritor Bob Pop ejerci de presentador.
Durante el acto, Daz subray la carencia de dignificar la profesin de cuidador. Destac la relevancia de este trabajo para las personas mayores, un sector que no deja de crecer. “El 20% de la poblacin espaola tiene ms de 65 aos y eso no va a dejar de aumentar”, record Daz. Por ello, la prevencin de riesgos laborales y la salubridad de los cuidadores sern aspectos centrales de estas reformas, segn Pablo Bustinduy.
Julissa Gonzlez, trabajadora en una residencia, comparti su experiencia: “La mayora somos mujeres extranjeras”. Carmen Lpez, trabajadora de ayuda a domicilio, aadi que el trabajo de cuidadora implica mltiples roles: “Nosotras no somos solo cuidadoras, sino que muchas veces tambin somos psiclogas, enfermeras, nieras, paseamos a los perros, etc.”. Tambin destac la desigualdad en la distribucin de tareas de cuidado internamente de las familias: “El 70% de las personas con dependencia son atendidas por un miembro de su comunidad y casi siempre suele ser por mujeres”.
Yolanda Daz insisti en la carencia de “revalorizar” el trabajo de los cuidadores, tanto salarialmente como en la percepcin social. “Nos queda una revolucin irresoluto, la revolucin de los cuidados. Es el liza del mundo del trabajo pero tambin de la sociedad”, enfatiz. La reduccin de la desigualdad, ya sea de gnero o de vida, tambin fue un tema central de su intervencin. “A veces, nos toca atender a personas mayores ms mozo que nosotras. A partir de una cierta vida no podemos continuar”, relat Gonzlez.
Esta cuidadora expres la carencia de examinar pblicamente su costura: “Necesitamos que el trabajo de cuidadora sea ms legtimo”. Yolanda Daz seal tambin la desprofesionalizacin de este trabajo: “Ahora mismo estamos en una poca de cambio y de transicin”, y destac la discriminacin que pueden salir a sufrir algunos cuidadores conveniente a la descuido de valoracin adecuada de su trabajo. “Muchas de las discriminaciones que sufrimos tienen que ver con que no se valora adecuadamente el trabajo”, afirm Daz.