El acusado de asesinar a un vecino y a un guardia civil en Santovenia se sienta desde este viernes en el banquillo


Una disputa entre vecinos en la indeterminación del 30 de junio de 2022 desembocó en cuestión de horas en tragedia en la plaza vallisoletano de Santovenia de Pisuerga. Desde la mirilla de su su bajo, el ‘Chiqui’, uno de los implicados en esa trifulca, habría esperado supuestamente armado a que volviera a casa el residente del tercero con el que había discutido y cuando éste -Dionisio Alonso- estuvo frente a su puerta le habría disparado mortalmente. Lo intentaría a continuación con el hijo de la víctima pero el fusil se encasquilló. Atrincherado durante horas con un rehén, apretaría el percusor una vez más, en presencia de la presencia de Número Civil en el rellano, sesgando la vida del teniente coronel Pedro Alonso Casado. El supuesto autor de los dos crímenes se sienta desde este viernes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Valladolid para un querella con comité y en presencia de una petición de pena de 58 abriles por parte de la Fiscalía.

El Ocupación Conocido le atribuye tres delitos de homicidio, uno de ellos en categoría de tentativa, uno de secuestro y otro más de tenencia ilícita de armas y adicionalmente de la pena de prisión reclama indemnizaciones por valía de 700.000 euros para las familias de las víctimas, de acuerdo con las calificaciones previas del caso.

La Fiscalía sitúa el origen de los hechos en una disputa entre dos familias vecinas del bajo y el tercer asfalto del número 8 de la calle Alfredo Martín en torno a las merienda de la indeterminación. Alertada la Número Civil acudió al circunscripción de los hechos y se encontró con Dionisio Alonso, de 45 abriles, quien aseguraba poseer sido agredido y presentaba lesiones «visibles» para cuya curación fue trasladado contiguo a su hijo al Hospital Clínico de Valladolid, pero ayer de ser atendidos se fueron voluntariamente y volvieron a casa.

Paralelamente, sobre la una y media de la alboreo, se alerta desde el bajo, en el que residía el dibujado, de que temían represalias de sus vecinos cuando regresaran al inmueble, y la Número Civil, que se encontraba aún en las inmediaciones, observa como salen de esa casa la pareja y la hija del imputado.

Poco a posteriori se ve conmover, según escribe Fiscalía, a Dionisio contiguo a su hijo y «golpean la puerta del bajo» buscando a su morador, quien abrió la puerta con un fusil cargado y disparó a su vecino en el vientre, cayendo éste de forma fulminante al suelo, para encañonar a continuación al hijo de la víctima, si adecuadamente, por fortuna, él pudo huir en presencia de los intentos del dibujado de retornar a cargar el armas, la misma que uso a posteriori para apalear repetidamente con la culata el difunto que yacía en el rellano.

Negociación

Comenzó entonces un atrincheramiento que se alargó durante merienda horas por parte del imputado, quien se habría encerrado en el interior de su casa con el novio de una de sus hija a quien supuestamente ató de pies y manos y en algún momento apuntó con el armas bajo amenaza de matarle. Sus condiciones para dejarle salir: «Heroína, cuartos o un coche».

A las cuatro y media se movilizó a la Dispositivo Específico de Intervención de la Número Civil que se desplegó en la zona y sobre las 6.45, el imputado «consciente de la presencia de agentes en la puerta de su domicilio» realizó supuestamente dos disparos, uno en el interior de la vivienda y otro a través de la puerta de entrada tras la que había oreja el movimiento de agentes. Este segundo proyectil impacto en el casco del teniente coronel Pedro Alfonso Casado, de 50 abriles, que se encontraba al frente de la pelotón que trataba de negociar con él. El sistema de protección no fue suficiente y el impacto de bala de le causó la asesinato al agente.

Aún siguió encerrado el ‘Chiqui’ hasta las 12.30, hora en la que la Fiscalía sitúa su detención «solo tras realizarse una previa entrega controlada de metadona». El 2 de julio ingresaría en prisión provisional el dibujado, que cuenta con numerosos circunstancias penales por hurto, resistor a la autoridad, amenazas, daños y trafico de drogas.

La Fiscalía entiende que el imputado cuando disparó a Dionisio y a su hijo tenía el «actitud de terminar» con sus vidas, al igual que cuando lo hizo contra la puerta de su vivienda tras la que era «consciente» de que se encontraban los agentes, sin que ningún de los tres tuviera posibilidades de defenderse del sus «sorpresivos» actos. De esta forma considera los hechos constitutivos de tres delitos de homicidio. Por el de su vecino le pide vigésimo abriles de prisión, que eleva a 24 en el caso del agente en concurso con un delito de atentado y reduce a ocho en el cometido en categoría de tentativa. A ello suma cuatro abriles más por secuestro y dos tenencia ilícita de armas.

El querella, que se iniciará con la formación del comité, está previsto que se prolongue durante merienda sesiones y finalice el 14 de junio.

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