La Fundación Para la Autonomía ha publicado un manifiesto adaptado a posteriori de la aprobación definitiva de la ley de remisión en el Congreso de los Diputados, que ha rechazado este jueves el veto del Senado a la norma. El colectivo cuyo rostro más visible es el exlíder del PSOE en el País Vasco, Nicolás Sin rodeo Terreros -expulsado de la militancia por la presente dirección federal socialista el año pasado- considera que nuestro país vive «sin duda la más peligroso crisis política desde 1978», correcto a la «degradación del Poder Constitucional», ya que según se expresa en el texto «la producción de leyes de prosa aquilatada y clara ha sido sustituida por la acumulación farragosa de engendros legislativos confusos y contradictorios».
Adicionalmente, y según denuncia el escrito, la degradación del Constitucional se observa «cuando se hurtan a la Cámara Pérdida los debates más transcendentes, como ha ocurrido con la imprescindible ayuda marcial a Ucrania o el registro del Estado palestino».
Para esta fundación, la remisión marca un antiguamente y un a posteriori en la historia del PSOE. Y ello porque «desgraciadamente, en el futuro los socialistas no podrán oponerse a las medidas más extravagantes e inmorales que se pudieran tomar porque han patrocinado una de ellas, ofuscados por el caudillismo y la soberbia del presidente del Gobierno», concluye.
En remisión a las exigencias de los socios del Ejecutante, la Fundación Para la Autonomía diagnostica que «el precio por seguir gobernando ha subido hasta unos límites intolerables. Aun así, se sigue defendiendo este precio por un supuesto beneficio, que en verdad no existe. Hoy, la democracia española es más débil, la separación entre españoles más profunda, la esperanza democrática que representó la Constitución del 78 se difumina en aras de una tosca e inmoral voluntad de apoyar el poder, haciéndonos memorar a los españoles los peligros que Montesquieu describía cuando escribía: ‘no existe tiranía más atroz que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo los colores de la razón’».
Por todo ello, la fundación que abandera Sin rodeo asegura que «es imprescindible una reacción popular en defensa de lo que los españoles construyeron hace décadas y otros hemos heredado». Una movilización que se debe producir, subraya el texto, «por encima de los partidos y las siglas», ya que «las democracias no funcionan sin una mínima concordia, y la ley de Gracia, aprobada con la única pretensión de formar y apoyar el Gobierno , es un durísimo trastazo a ese espíritu de pacto y reconciliación entre españoles que definió la Transición de la dictadura a la democracia».