«Siete millones de beneficios, lo que tengamos que hacer, lo haremos»


Promocionar, fomentar, divulgar, prestigiar, proteger y defender el patrimonio daliniano. Son las cinco premisas de la Fundación Gala-Salvador Dalí. La entidad gestora del Teatro-Museo de Figueres, el Castillo Bizarría Dalí de Púbol y la Casa Salvador Dalí de Portlligat, prepara el cincuenta aniversario del Teatro-Museo con exposiciones, videos y la estampación de un obra conmemorativo. Acompañado de la directora de los museos, Montse Aguer, y del director militar, Félix Roca, el presidente de la Fundación, Jordi Mercader, aprobar el cumplimiento de esos principios fundacionales con unas cifras que dan por superado la etapa aciaga de la pandemia.

Con casi un millón de visitantes en sus tres espacios expositivos (Teatro Museo-Portlligat y Púbol) y un incremento de ingresos del 9,3 por ciento, en relación a 2019, el supernumerario de más de siete millones de euros compensa sobradamente las pérdidas de 2020 (tres millones largos de euros), garantiza las inversiones y la independencia -económica y política- de la institución daliniana: «Lo que tengamos que hacer lo haremos», aprobar Mercader.

Entre las inversiones que posibilita el oscilación positivo, la adquisición de obra pictórica: tres pinturas de la primera época, ocho dibujos en los que se diseñan espacios del Teatro-Museo Dalí y un heliograbado (exlibris para el escritor André Breton). Asimismo veintidós ilustraciones para el obra ’50 secretos mágicos para pintar’ (1948).

La posibilidad de que los museos Dalí crecieran en Barcelona con una nueva sede se desvanece: «En ningún momento nos hemos planteado un cuarto museo», zanja Mercader. Lo que sí se ha producido es la adquisición de nuevos espacios como la Casa Giralt Ventolà, un edificio de 1891: mil doscientos metros, entre edificación y terrazas que permitirán diversificar las actividades del museo y al Fundación Dalí como los accesos, la movilidad y la reapertura al divulgado de la tienda de objetos dalinianos. La adquisición de un almacén central en el circuito ferial de Figueras, la rehabilitación y adecuación de espacios de la Torre Galatea, la reforma del edificio de oficinas y la remodelación de las logias del Teatro-Museo completan el software de ampliación de espacios.

Entre las exposiciones a destacar, ‘El Cristo de Portlligat’ y la muestra de vestidos de Bizarría en el castillo de Púbol, diseñados por Givenchy, Cardin o Dior. El éxito de esta iniciatova, realizada en colaboración con La Roca Village, desvela otras facetas del universo daliniano y puede atraer a nuevos públicos. «Dalí hizo tantas cosas que permite conectar el arte, la ciencia, la letras, la publicidad, la psicología, el cine, los mass-media… Y que el cliente de La Roca sienta curiosidad por conocer Púbol. Porque esa es la función de los museos Dalí, concluye Mercader: que el visitante salga de la exposición con una curiosidad adicional».

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