La situación es “caótica”, dicen, porque el ataque al paritorio es ahora el pasillo, que sirve de “sala de paciencia de familiares, de pacientes, de gestantes y tránsito de personal”, advierten. Por ello, solicitan que “acaben las obras y que se hagan las mejoras necesarias para prestar una atención de calidad que salvaguarde la privacidad”. De no favor una “respuesta urgente a las peticiones dirigidas a la Gobierno”, no descartan emprender movilizaciones. Según relatan, hace 15 días remitieron a la Gobierno un escrito reclamando el fin de las obras, entre otros aspectos.
Fuentes del Sergas insistieron en que se prevé que la zona afectada por los trabajos de reparación pueda entrar en funcionamiento en el mes de junio. Desde la Gobierno recalcaron que el proceso de reparación se extendió más de lo previsto por la instalación de gases medicinales, unos trabajos que discurren por “estrictos trámites legais”. Asimismo, recordaron que se está construyendo un nuevo edificio que “albergará” las unidades del Hospital Materno Pueril.