Un inquilino convertido en okupa que lleva dos abriles sin enriquecer el arrendamiento está amargando la vida a un autónomo que había comprado la vivienda pensando en su retirada para la renta adyacente a la playa en Alicante. José Félix se declara impotente y desesperado porque no puede echar de su propiedad al deudor y asegura que incluso se está medicando.
Lo que debía ser una etapa eficaz de reposo y disfrutando del Mediterráneo posteriormente de toda una trayectoria profesional de trabajo para evitar, en su Bilbao originario, ahora se ha transformado en una auténtica pesadilla de tensión nerviosa por ver truncados sus anhelos.
Compró el suelo con la intención primero de procurarse unos ingresos adicionales cuando llegara el momento de la renta, consciente de que como autónomo percibiría el imperceptible y no resignaba a subsistir como mileurista, tal como ha relatado a Libremercado.
En estos momentos, el acumulado. de la deuda de su inquilino y los gastos que ha tenido que soportar hacen que haya perdido más de 25.000 euros, según sus cálculos. «El IBI está a mi nombre, la comunidad, la luz y encima me han metido en un registro de morosos», se lamenta, por otra parte de denunciar que ni siquiera puede cortarle el suministro eléctrico como medida de presión para que se vaya de una vez. Le han ducho de que eso sería coacción, cuando él coaccionado es él mismo delante esta ocupación de su vivienda.
Como consecuencia de este conflicto, está sufriendo problemas de sanidad: «He tenido temporadas de pérdida gremial por depresión», explica el afectado, por otra parte de sufrir «insomnio» de forma crónica, por lo que ha recurrido a fármacos.
Aunque en 2022 consiguió en los tribunales una orden de desahucio, la origen del inquilino se ofreció a contraer el cuota de todos los alquileres atrasados y él decidió encargar y esperar, pero finalmente siquiera le pagó. Y después, el decreto antidesahucios consentido por el Gobierno -y prorrogado el pasado mes de diciembre tras un pacto con Bildu- ha dejado sin impresión aquel decisión conveniente que tenía del audiencia, según su relato.
El okupante se ha obvio en situación de vulnerabilidad
Al parecer, el invasor de su vivienda se ha obvio en situación de vulnerabilidad y no hay forma de hacer que la abandone, poco de lo que yerro al Ejecutante de Pedro Sánchez por proporcionarle cobertura justo, en emplazamiento de ocuparse de darle presencia o posibles, si verdaderamente esta persona no dispone de ingresos. «Si le tienen que dar ayudas, que sea el Estado, no yo», ha reclamado.
Por otra parte, en el colmo de la desfachatez, le han contado desde la comunidad de vecinos que este individuo se dedica a la compraventa de coches, unos vehículos que por otra parte muestra a posibles compradores en su plaza de aparcamiento.
De falta le ha servido a José Félix siquiera poseer contratado un seguro de impagos, cuando alquiló este suelo, ni que un hermano del inquilino firmara como avalista, porque la póliza cubre doce meses y a este hogareño del deudor sólo podrá reclamarle posteriormente del desahucio y de cerrar el contienda.
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