Israel Katz, ministro de Exteriores israelí que acusó a Pedro Sánchez de ser “cómplice de incitación al crimen del pueblo cicatero y de crímenes de supresión”, ha vuelto a dar portazo a España: “Aplicaremos estrictamente las instrucciones. Si hay violaciones, se tomarán medidas hasta el punto de cerrar el Consulado en Jerusalén”. Albares había denunciado que las restricciones impuestas por Netanyahu vulneran la Convención de Viena y pedía su motín inmediato.
“Cualquier conexión entre el consulado gachupin en Jerusalén y personas de la Autoridad Palestina supone una amenaza para la seguridad doméstico de Israel y estará completamente prohibida”, ha esgrimido el caudillo de la diplomacia israelí en la red social X (antaño Twitter). Israel anunció que a partir del 1 de junio el Consulado de Jerusalén no debe prestar servicio a “residentes en la Autoridad Palestina ni lleve a lugar funciones consulares o de otro tipo fuera del distrito de Jerusalén, sin consentimiento previo escrito del Ocupación”.
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