Los cinco presuntos sospechosos implicados en esta historia son más españoles que el toro de Osborne, pero la trifulca que protagonizaron en el barrio de Puente de Vallecas fue más propia de una película de ninjas o de Bruce Lee. Se utilizaron ‘nunchakos’ y bolomachetes, al estilo de una katana de enormes proporciones. El asunto acabó con dos heridos y tres detenidos.
Fuentes del caso indican a torrevieja news today que el hecho se produjo sobre las seis de la tarde del pasado domingo. La Policía Municipal intervino tras recibir el aviso de su comisaría. Las personas que llamaron advirtieron de “una pelea masiva con objetos contundentes y cuchillos” entre dos familias. Aquello no parecía (y no fue) un enfrentamiento entre pandillas latinas. Un problema entre dos familias.
Los primeros agentes encontraron en el portal de la calle Cabo de Tarifa, número 90, a dos hombres con claros signos de haber sido agredidos. Uno de ellos, de 19 años, sangraba profusamente por la nariz y la boca; El otro, de unos 70 años, tenía rasguños y hematomas en la cara y los brazos. Se habían refugiado en el bloque.
Interrogados por los agentes de la Comisaría Integral del Distrito de Puente de Vallecas, los heridos manifestaron que en la pelea habían participado un hombre y una mujer con gafas, de los que dieron algunos datos más sobre su vestimenta, con colores bastante llamativos; Además, explicaron que sabían quiénes eran e incluso facilitaron su domicilio: “Viven en esta misma calle, varios números más abajo”, anotaron.
El Samur acudió a auxiliar a las dos víctimas, aunque fue la Summa la que trasladó al más pequeño al hospital Infanta Leonor (Vallecas), con una posible fractura en la nariz. Los funcionarios municipales luego acudieron a las indicaciones que les habían dado y en ese portal se toparon con la mencionada mujer, quien habría participado en la riña callejera. Ella lo reconoció, pero puntualizó: “Sólo he intervenido para separarlos a todos”.
Orden de restricción
Y afirmó que su pareja también había participado, y les facilitó su número de teléfono. Lo que había sucedido, según ella, era que su novio de 44 años tenía una orden de alejamiento vigente, debido a una condena por abuso en marzo pasado, contra una expareja; y que ella vivía en esa zona, por lo que temía que la detuvieran por violar la medida.
Efectivamente, los intervinientes comprobaron que así era, que no podía acercarse a la otra mujer en un radio de 500 metros y, gracias a la aplicación Google Maps, comprobaron que la mujer maltratada vivía a sólo 250 metros. Por lo que, cuando finalmente el individuo se presentó allí, los agentes le leyeron sus derechos y fue detenido.
el novio de la hija
Pero todavía hubo una sorpresa. La novia de este hombre dijo a la policía que el verdadero agresor de los dos heridos no era otro que el novio de su hija. Fue él quien le rompió la nariz al joven de 19 años y también golpeó al septuagenario.
Como si de un cónclave familiar se tratara, allí también apareció el ‘yerno’ de la mujer y dijo: “Ese tipo me amenazó con un machete grande y un bate de béisbol, entonces me obligaron a irme”. “defenderme.” Y sacó de detrás de un arbusto unos nunchakus de madera negros; un murciélago rosa de 42 centímetros y una hoja de 43 centímetros y un mango de 13 pulgadas. Al final, los tres fueron arrestados.