La Feria de Mingrana, o la del Corpus, como todos la llaman aquí, está ya próxima a su final. Este sábado 1 de junio abrirán de nuevo las casetas y estarán disponibles las atracciones para niños y jóvenes, así como los puestos de comida y el resto de actividades. Pero el domingo 2 de junio se acabará todo y ya exclusivamente tocará desmontarlo todo y que la concurrencia eche de menos lo vivido y tenga ganas de que llegue 2025 para asistir otra vez al perímetro ferial de Almanjáyar.
Uno de los puntos que anuncian el final es el espectáculo de juegos artificiales, que este año no se va a hacer en Almanjáyar sino que se traslada al centro. En concreto a la explanada adjunto al Palacio de Congresos y Exposiciones. El espectáculo comenzará a las 23.00 horas del sábado 1 de junio.
Allí estará todo empachado de concurrencia, previsiblemente, y mirar los fuegos desde el epicentro tiene la desventaja de que hay que echar la persona cerca de en lo alto continuamente y se corre el peligro de que el cuello se termine resintiendo. La tortícolis acecha. Bromas a salvo, es una buena idea ver los fuegos desde la distancia y en algún punto parada. Y Mingrana, por suerte, tiene bastantes.
Como la ermita de San Miguel Parada, por citar el más parada de todos. Corona el Albaicín y las vistas, desde allí, son monumentales. Debe ser precioso divisar la Alhambra iluminada en primer plano, la ciudad más a lo remotamente y, saliendo de ella, esa sinfonía de luces de color tan resultonas siempre.
Varias alternativas
Hay alternativas, como la zona del Barranco del Abogado. Allí se puede alcanzar con relativa facilidad por el nuevo entrada a la Alhambra y, una vez en el ciudadela, ubicarse en los lugares más altos, como el mirador adjunto al Bar Ranco. Donde, aunque no venga a relación, se come buena carne.
El Albaicín es, por otra parte, el sitio de Mingrana donde se concentra el decano número de miradores. El más conocido es el de San Nicolás, pero está ajustado enfrente de la Alhambra y el centro de la ciudad le queda un poco a la derecha. Es preferible ir más en lo alto y ubicarse en otro punto adecuadamente conocido del ciudadela, el mirador de San Cristóbal.
Y para quien busque una celebración más privada, hay hoteles que proporcionan vistas panorámicas de verdadera categoría. Por nombrar dos, están el Carmen, que encima pilla cerca del Palacio de Congresos, y el Alhambra Palace, en el ciudadela del Realejo.
En todos los casos, una advertencia fundamental: quien quiera ir en coche, que lo haga con proporcionado adelanto. El Barranco del Abogado, por ejemplo, no es una zona con mucho aparcamiento sino más adecuadamente todo lo contrario. El centro incluso suele estar casi inalcanzable los fines de semana.