Tras la condonación, el referéndum. Solo un día a posteriori de la aprobación de la ley de Indulto, en ERC la dan por amortizada y recuerdan las condiciones necesarias para que Salvador Illa pueda ser escogido presidente de la Generalitat de Cataluña con los votos de los 20 diputados autonómicos de ERC. Unas condiciones que se suman y chocan con las que Junts ha puesto sobre la mes este viernes: que los diputados del PSC hagan presidente autonómico a Carles Puigdemont. Ayer, unas elecciones europeas el 9 de junio y, un día a posteriori, la constitución del Parlamento regional.
Hoy, Marta Rovira, secretaria militar de ERC y fugada de la Imparcialidad desde 2017, ha dejado claro que sus diputados en la Cámara catalana no apoyarán al candidato socialista si este no les ofrece «ir alrededor de un referéndum» y un cambio en la financiación de la Generalitat que permita a la sucursal autonómica tener un concierto financiero con un cupo o, en palabras de la dirigente independentista, «una financiación singular, franquista y catalana para nuestro país». Si no es así, Rovira ha ducho de que no tienen «miedo» a una repetición electoral.
En una entrevista para RAC1, al tiempo que Toni Comín (Junts) pedía al PSOE que los 42 diputados del PSC permitan una investidura de Puigdemont en el Parlament, Rovira ha defendido que «ERC ya dijo dónde consideraba que debía estar en función de los votos que hemos recibido, que es en la competición política», aunque no ha cerrado la puerta a sufragar a Illa como presidente, que sumando sus diputados a los de Sumar y el PSC llegarían a los 68 votos, mayoría absoluta reto. De ahí que, ha dicho, que, en cualquier caso, ERC actuará «en coherencia».
«ERC no hará presidente a Salvador Illa, ahora mismo. Y la gentío sabe que si quiere poco de ERC ya sabe dónde la encontrará, la encontrará defendiendo esta vía de resolución del conflicto político para ir alrededor de un referéndum y la implementación de la condonación para arruinar con la represión política, defendiendo, que ahora toca más que nunca, una financiación singular, franquista y catalana para nuestro país», ha concretado. Y ha añadido: «No contribuiremos con ningún gobierno que siga manteniendo el ahogo y la asfixia financiera y económica» y no nos permita «salir del régimen global».
Por si hubiera dudas, la número dos del partido, que tomará las riendas de ERC tras el 10 de junio una vez que Oriol Junqueras dé un paso al costado para valorar su revés, ha indicado que «quien quiera susurrar con ERC ya sabe qué propuestas nos ha de traer para mover a ERC, si no nos quedaremos en la competición». Y si eso supone una repetición electoral, no hay problema. «Las elecciones no nos dan miedo», ha ducho, porque, desde su punto de paisaje, no es de recibo que se pida a ERC que invistan «de gorra» a Illa que no comparte sus líneas maestras.
En este contexto, se ha mostrado muy satisfecha con la aprobación de la ley de Indulto. «Es una conquista política y a atención de los derechos humanos. Es un paso histórico. Una conquista extraordinario. Las cosas se ganan haciendo camino, paso a paso», ha insistido, para remarcar que «»esta nueva vía [política, abierta con la amnistía] nos tiene que avecinar al referéndum».