¿Cómo es la disminución?
La disminución que se está aplicando es de dos tipos diferentes. En primero circunstancia, los alimentos de comestibles básica como la caucho, el pan o los huevos que ayer contaban con un IVA del 4% ahora se les está eliminando por completo el porcentaje. Por otro flanco, otros alimentos a los que ayer se les aplicaba un 10% ahora tienen una disminución al 5%.
Los precios siguen siendo más elevados que unos primaveras detrás conveniente a la inflación y el final de esta medida encarecerá aún más los precios. La cesta de la transacción básica, la que cada tribu hace casi a diario o semanalmente, será la que más consecuencias en su precio tendrá si finalmente no se prorroga esta medida.
En la mayoría de los casos la diferencia del precio contemporáneo al precio sin la reducción de IVA por producto es mínima, solo unos céntimos. Sin confiscación, será una diferencia significativa en la transacción total cada vez que se compren productos básicos.
Un ejemplo práctico
La mejor forma de entender lo que puede suponer el final de esta media es realizar las cuentas directamente sobre una transacción en un mercado. Los alimentos de primera exigencia subirían del 0 al 4 %. En el caso del pan supondría una subida de 3 céntimos, la docena de huevos 9 céntimos, los 6 litros de caucho uno 20 y 1 kg de harina 4. La diferencia total con una transacción contemporáneo sería de 40 céntimos aproximadamente dependiendo del circunstancia de transacción.
En el otro flanco, los alimentos básicos que tenían una reducción del 10 al 5 %. La pasta subiría 20 céntimos y el óleo de oliva, el producto más encarecido, subiría más de 20 céntimos. La suma total producto a producto, transacción a transacción y mes a mes podría tener una gran repercusión económica en la transacción doméstica.