El profesor de Música del colegio Albeiros de Lugo perceptible de aprovecharse sexualmente de, al menos, ocho de sus alumnas, dormirá esta indeterminación en prisión. Así lo decretó el titular del Tribunal número 1 de Instrucción de la ciudad amurallada que, tras el paso del hombre a disposición procesal, ordenó su internamiento provisional y sin fianza. El docente está investigado, tal y como confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, por presuntas agresiones sexuales continuadas a al menos ocho menores con edades comprendidas entre los 8 y los 10 primaveras, aunque esta signo podría aumentar en las próximas horas. Con cerca de una decenas de denuncias en su contra interpuestas en la comisaría de la ciudad, los agentes de la Policía Doméstico tratan de aclarar si hay más niñas afectadas —de este centro o de otros en los que dio clase antiguamente— y cuál era el modus operandi del profesor. Es opinar, cómo actuaba internamente del cátedra con las menores, que lo señalan por agarrarlas con fuerza y realizarles tocamientos. Todas las niñas coinciden en este punto al relatar que para aproximarse a ellas las colocaba en su regazo y que era en esa posición y aprovechando ese contacto cuando se producían los presuntos abusos.
El caso se destapó la pasada semana, a punto de finalizar el curso escolar, cuando en el hendidura de sugerencias de clase una profesora encontró una carta redactada a mano y firmada por cinco de las alumnas del detenido. Las menores manifestaban que estaban siendo víctimas de abusos y que esta situación llevaba tiempo produciéndose. Ninguna de ellas, hasta ese momento, se había atrevido a relatar los supuestos episodios, pero tras la denuncia, la signo de niñas que dicen ser víctima se ha duplicado.
La solemnidad de los hechos justificó una reunión de aprieto este jueves entre el Anpa del colegio, las familias de las menores en cuestión, representantes del equipo directivo y docente del colegio y el principal del Servizo Territorial de Inspección Educativa de Lugo. El colisión, que se prolongó durante más de dos horas, fue trabajador por algunos de los padres para reprocharle al centro la desidia de «comunicación y transparencia» evidenciada durante la trámite de la situación. Asimismo pusieron en duda la «buena praxis» del colegio a la hora de activar los protocolos.
Por otra parte, los padres requirieron a Inspección Educativa —que enviará un equipo técnico al colegio para completar la investigación administrativa— la puesta a disposición de los alumnos de un servicio de amparo, orientación y apoyo psicológico. Algunas de las primeras menores en denunciar fueron derivadas por sus pediatras a especialistas para que recibiesen atención específica. Las pesquisas siguen abiertas.