En torrevieja news today Parte hemos preguntado en una carnicería y nos cuentan como les robaron unos sobres de pernil de jabugo y la cuestación de tres días. La carnicera ha señalado que fue un duro guantazo para el comercio. El trabajo de varios días desapareció en cuestión de minutos. A pocos metros se encuentra la frutería en la que trabaja Darwin. Nos dice que por allí suelen tener lugar en numerosas ocasiones los cacos y que con total descaro se llevan incluso cajas enteras de fruta.
El pasado jueves se celebró en el judería de San Sebastián una concentración a la que se sumaron centenares de personas. De esta forma querían solidarizarse con el vecino que sufrió la semana pasada la asalto en su caserío. Allí, un hombre nos muestra con su móvil la vídeo de una cámara de seguridad en la que se ve a un descuidero saltando el tapia de su casa y entrando en el interior del coche que tenía estacionado en el parque. “Me robó un paraguas”, nos comenta indignado. Otra mujer nos enseña varias fotos de su furgoneta con una cristalera reventada. A ella todavía le robaron varias pertenencias del interior de su transporte mientras lo tenía estacionado en la calle.
Los vecinos se quejan de que este era un judería muy tranquilo hasta que se instalaron en dos inmuebles abandonados decenas de okupas. Uno nos asegura que día tras día se suceden los robos, las amenazas y acosos. Poco con lo que está de acuerdo una mujer que por otra parte añade que ya no pueden estar tranquilos ni tan siquiera en las plazas y parques del judería.
Por su parte, otra vecina, nos comenta que con el final robo con violencia, la delincuencia va in crescendo. Es que los ladrones, subraya, están entrando en las viviendas incluso con los dueños en el interior mientras duermen. Tal es la situación, que una mujer nos afirma que ella ha tenido que dejar su casa por miedo a subir una cuesta que se encuentra a pocos metros de uno de los asentamientos okupas, el del Instituto de los Agustinos. Adicionalmente todos subrayan que estos viven en condiciones lamentables. Entre escombros, ratas y orines.
De ahí que pidan a las instituciones soluciones a generoso plazo. Opinan que no es suficiente con incrementar la presencia policial. Consideran necesario que se plantee el derribo de los edificios okupados o en su caso su rehabilitación para darles un nuevo uso. Solo así, creen, se pondrá fin al problema de la inseguridad en Martutene.
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