El bosquejo de lo ocurrido ha surgido después dos investigaciones paralelas en las que los actores eran las mismas personas. Los trabajos se inician con una comunicación del consulado de Argelia informando del posible secuestro de un ciudadano argelino residente en Alicante. La alarma la dio la familia del fallecido que Recibieron videos y fotografías de la víctima tirada en el suelo en decúbito supino, con el rostro cubierto con un trapeador, sangrando y muy magullado.
Los presuntos captores Exigieron el pago de 30.000 euros para liberar a la víctima. Con estos datos los investigadores de la Policía Judicial iniciaron sus investigaciones. Paralelamente a estos hechos, a última hora de la tarde de ese mismo día, un equipo policial se desplazó a una vivienda donde un equipo sanitario del SAMUR atendía a un hombre que se encontraba en una vivienda sangrando profusamente y que presentaba varios cortes. el cuerpo, presuntamente causado por una tercera persona.
Cuando los agentes se presentaron en esa dirección la escena fue extremadamente violenta. Un hombre tendido en decúbito supino en el suelo, inconsciente y gravemente herido con laceraciones por cortes y hematomas visibles en todo el cuerpo, que estaba siendo asistido por los servicios médicos. Junto a ellos estaba dos personas más, una mujer y su hijo, quienes dijeron ser conocidos de la víctima y que lo habían encontrado en ese estado, por lo que llamaron a los servicios de salud.
La versión que este testigo dio inicialmente a los agentes fue que tanto él como su madre estaban de vacaciones en Alicante y que la víctima les había robado junto con otros 5 individuos el día anterior tras haberlos reclamado, la víctima le había citado para devolvérselos. pero al final no fue así. Horas más tarde, él y su madre acudieron al domicilio donde se encontraba la víctima y lo encontraron ya en ese estado.
Mientras los agentes seguían recabando información, dos conocidos del fallecido que desconocían el estado en el que se encontraba se personaron en Comisaría para denunciar que habían visto fotos en redes sociales de un amigo suyo tirado en el suelo de su apartamento, desnudo y con un trapeador en la cara y que creían que lo tenían secuestrado. Sospechaban de su compañero de cuarto, un hombre cuyas características físicas coincidían con las del individuo que se encontraba en la casa con la víctima. De esta manera se cruzó la investigación que habían iniciado ambos grupos de la Policía Judicial y se estableció la conexión entre ambos hechos ordenándose la detención del sospechoso.
Así se cruzaron las investigaciones y ahora se trabaja con la hipótesis de que La víctima y el detenido llevaban dos días discutiendo por un posible robo del primero al segundo de su dinero y documentación, además de las llaves de la vivienda donde vivía con su madre, aparentemente distinta a la escena del crimen. El detenido la noche de los hechos se habría presentado en el domicilio de la víctima insistiendo en recuperar sus pertenencias y sería entonces cuando se producirían los hechos.
Los detenidos, ambos de nacionalidad argelina, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Alicante, acusados de los delitos de asesinato, secuestro y delito contra la intimidad. El hombre fue puesto inmediatamente en prisión provisional mientras que la mujer fue puesta en libertad tras su comparecencia ante el tribunal.