Ejercicio, comida saludable, calma y fe, claves de la longevidad ourensana


Galicia ha iniciado su camino para convertirse en una “Blue Zone” (Zona Cerúleo) impulsada por la ingreso esperanza de vida en el rural ourensano, forjada gracias a un estilo de vida que se compone principalmente de comida saludable, prueba, marcha de estrés y inmaterial, según los expertos que esta semana iniciaron las investigaciones sobre el dominio. De conseguirlo, la comunidad formaría parte de una denominación que solo engloba a cinco territorios en el mundo por sus especiales características gastronómicas, sociales o culturales que favorecen el envejecimiento activo. “Estoy impresionado”, reconoció a este diario Michel Poulain, profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), experimentado en demografía y perdurabilidad, y uno de los tres fundadores de las “Blue Zone”. De hecho, el término “Blue Zone” fue acuñado por casualidad cuando Poulain comenzó a marcar las zonas más longevas en Cerdeña con un rotulador zarco.

Todo comenzó con un estudio de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), financiado por la Consellería de Política Social, que tenía dos objetivos: mapear el zona gallego para identificar la prevalencia de personas de más de cien primaveras y, por otra parte, analizar el estilo de vida de los centenarios en las zonas con más presencia. Para llevarlo a lugar, utilizaron datos del padrón de habitantes. 

Las zonas con más esperanza de vida resultaron ser las comarcas de Paradanta, Chantada, Terras de Lemos y las ourensanas O Ribeiro, Carballiño, Terra de Caldelas y Terra de Celanova. “Víase que a provincia de Ourense tiña a prevalencia de centenarios máis elevada”, explica José María Failde, profesor de la UVigo y presidente de la SGXX.

Michel Poulain (i), junto al centenario Eustaquio (c) y el profesor Failde.
Michel Poulain (i), anejo al centenario Eustaquio (c) y el profesor Failde.

Aprovechando que la SGXX organizaba un congreso sobre este tema, Failde invitó a Poulain. A partir de ahí, la Sociedade de Xerontoloxía creó una comisión de trabajo formada por personal de las universidades de Santiago y Vigo o del Instituto Galego de Estatística, entre otros, que dio inicio al proceso para convertir a Galicia en Zona Cerúleo. Esta semana, una delegación encabezada por Poulain visitó las comarcas ourensanas. La recogida de muestras dará pie a una segunda escalón de examen, ya en el mes de octubre. Si todo va correctamente, el proceso podría rematar en mayo de 2025, pero no será posible. “Galicia es un zona complicado para obtener datos censales por la relieve, el minifundio o la distribución territorial en parroquias. Aunque tendremos la colaboración de las administraciones, no será posible”, señala Poulain. “É un procedemento rigoroso cunha análise moi exhaustiva, implica un traballo enorme. Estes días estivemos traballando dende as nove da mañá ata as merienda da noite”, añade Failde. 

“Trátase dun selo que se cimiento nunha evidencia científica porque o que se pretende non so é identificar a Galicia como unha zona de ingreso lonxevidade, senón tamén asimilar dos estilos de vida destas persoas para intentar promocionar a saúde na xente nova”, apunta Failde. Esta certificación ayudaría a la imagen de Galicia, promoviendo los alimentos saludables propios de la dieta atlántica, así como beneficios a nivel turístico.

Sin estrés

Realizar actividad física, una buena provisiones, un modo de vida no angustioso o la conexión social son algunas de las características que explican la perdurabilidad en las cuatro comarcas ourensanas. Estos instrumentos, según argumentan Poulain y Failde, se produjeron por la combinación de dos factores: una civilización tradicional que promovía un estilo de vida saludable y la modernidad que facilitó unas mejores condiciones de vida con avances en ámbitos como la sanidad. Adicionalmente, todavía subrayan la inmaterial como uno de los factores más potentes que explican una ingreso esperanza de vida.

Asimismo, Failde explica las amenazas a las que se enfrentan las nuevas generaciones que podrían afectar de forma negativa su esperanza de vida. En este aspecto, señala la pérdida de calidad de la dieta con alimentos más procesados y la comida rápida, el aumento del estrés en el día a día o una disminución de la actividad física.

Eclosión de las “Blue zone”

 El investigador belga visitó, acompañado de Failde, las comarcas ourensanas con viejo prevalencia de centenarios para estudiar si reúnen los requisitos para obtener la distinción. “Creo que tendremos un final positivo: Galicia es un lado maravilloso con una naturaleza preciosa y los centenarios que he visitado son personas extraordinarias”, reconoce Poulain.

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