La Sagrada Cena escribe la víspera del Corpus Christi de Córdoba en su camino a la Catedral


Incluso con el calor y la poca sombra, en el intramuros de Poniente hubieran querido un día como el de este sábado 1 de junio para el Jueves Santo de Córdoba. El sol de la tarde picaba, pero a la misma hora de últimos de marzo, cuando la calle tendría que haberse llenado de nazarenos, la tormenta lo anegaba todo de tristeza.

Se marchó la aventura, se aproximó el Corpus Christi y en su víspera el enigma de la Sagrada Cena recorrió las calles con todo esplendor camino de la Catedral. Allí quedó este sábado a la aplazamiento de la procesión eucarística del domingo, en la que participará por segundo año.

Frente a la futuro de muchos cofrades apareció en la puerta de la parroquia del Puritano Álvaro de Córdoba el enigma que preside el Señor de la Fe. No sobre su paso dorado del Jueves Santo, sino sobre el de la octava del Corpus, más pequeño, que sí permite el paso por la estrechez de Conde y Luque y Deanes.

Sonó el himno y se hizo un gozo y un entusiasmo que adecuadamente conocían los que estaban convocados por la ilusión de la víspera. En torno a un paso con música, imágenes y flores hay una medio de la que nadie quiere despegarse.

Como sucede el Jueves Santo, la agrupación musical de la hermandad interpretó himnos eucarísticos y litúrgicos, pero incluso marchas clásicas’, y por la amplitud de la avenida de Guerrita ganaba metros y la tarde de casi verano se hacía primaveral a pesar del calor.

Los amantes de los detalles seguían sorprendiéndose de tener en la calle el enigma tan cerca, con todos los detalles y los gestos de los apóstoles, y lo siguieron en su camino por Ciudad Parterre y luego por los jardines de Vallellano, Fleming y Amador de los Ríos.


El Señor de la Fe, rodeado por los apóstoles en el paso


L. M.

El paso llevaba sólo flores blancas, como calas, rosas y otras especies de tono inmaculado. En las esquinas estaban unos antiguos candelabros dorados que habían iluminado antiguamente a la Virginal del Tránsito el 15 de agosto.

Ya estaba la panorama la torre de la Catedral y con ella la meta. Este domingo será el momento para honrar al Señor no en una imagen, sino en la presencia positivo en el Sacramento, en la Custodia de Arfe. A las 22.45 regresarán a su templo para entrar al filo de la una de la alborada.

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