Los dueños de pisos turísticos recelan de la reunión con Raxoi: «Nadie consultó con nosotros»


Año y medio a posteriori de que el concello de Santiago, con el corregidor socialista Xosé Sánchez Bugallo a la individuo, prohibiese las viviendas turísticas en buena parte de la ciudad, el concejal del ramo se reunirá por vez primera con los propietarios afectados. Son, según las cuentas de la asociación Aviturga, unas 600 familias que dedicaron sus ahorros a restaurar sus viviendas para convertirlas en VUT y que llevan meses con ellas paradas a retraso de que Raxoi aclare las condiciones de la nueva reglamento. En su momento, sobrevoló la promesa de que los pisos turísticos que operaban ayer de las modificación y que estaban inscritos en el registro de la Xunta (REAT) serían regularizados para que pudiesen seguir delante con sus reservas. Sin incautación, el paso de los meses ha ido mermando las esperanzas y las expectativas de los afectados por la querella que el concello abrió hace ya dos primaveras contra este tipo de alojamientos, pese al cambio de gobierno. «Nadie nos ha consultado durante todo este tiempo» introduce en una conversación con torrevieja news today el portavoz de Aviturga en la hacienda gallega, Óscar Soneira, que anota que «al menos» el equipo contemporáneo se reunirá con nosotros, «una señal de educación por su parte».

Todos ellos están citados para una reunión convocada por el área de Urbanística, pilotado por Iago Lestegas, que los contactó para explicarles los pormenores de la estatuto con la que -teóricamente- se aclarará en qué situación quedan estas viviendas. En su día, la alcaldesa Goretti Sanmartín dejó caer a los propietarios de las VUT que operaban ayer de la reforma que no habría problemas en regularizar su actividad, pero ahora temen la letrilla pequeña de la esperada estatuto. «A ver qué nos imponen» señala el representante sobre un tema que, se huelen, está cocinado ya. Sobre las declaraciones de la alcaldesa, Soneira recuerda que dijo que era «injusto» que los pisos que estaban ubicados en la zona vieja fuesen los más perjudicados. Sobre todo porque la mayoría de las viviendas afectadas están la almendra de la ciudad.

Las críticas de los dueños, a unas horas del encontronazo con el concello, van dirigidas no solo al tiempo transcurrido entre la aprobación de la modificación y la publicación de las ordenanzas, sino a la presión a la que están siendo sometidos. «La concejalía de Urbanística tiene 200 licencias de obra atrasadas, pero llevan meses en los que no hay día que no nos llegue una notificación, la mayoría de ellas para advertir de la ineficacia de nuestras peticiones de atrevimiento» afea el afectado para preguntarse «qué es más importante, si hacer el trabajo o incomodar a las VUT».

Mirando a su cerca de, en una Comunidad que suma ya más de 20.000 pisos turísticos -con un incremento del 20 por ciento en solo un año- sus propietarios exigen coherencia y claridad. «El concello de Vigo se está planteando ahora cómo regularizarlas pero contando con las que ya estarían funcionando, pero en Santiago y La Coruña no están haciendo las cosas así, lo quieren hacer todo con carácter retroactivo» insiste.

Las palabras de Soneira hacen narración al problema que los pisos turísticos mantienen, igualmente, con el comunidad de La Coruña. Consultados por torrevieja news today acerca de esta cuestión, desde María Pita se niegan a reponer, aunque los afectados lo tienen claro. Denuncian que el concello herculino planea demarcar las VUT a bajos y primeras plantas, como ya se hizo en Santiago el pasado año, sin tener en cuenta todas las variables que intervienen en una valor así. «No cuentan con un estudio sobre la distribución y la densidad de las VUT en las calles de la ciudad, ni sobre el impacto financiero que suponen para muchísimos sectores, ni siquiera de los perfiles de turistas que se alojan en ellas, ni del propietario que los recibe» enumeran sobre un aberración que cada población gallega enfrenta a su guisa y que mantiene dividida a la población.

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