La Fiscalía le imputa delitos de homicidio y transgresión continuado de condena. El madurez por comité popular comenzará el lunes en la Audiencia de Madrid con la selección del tribunal. El hombre, según el escrito de la Fiscalía, fue condenado hace dos primaveras como autor de un delito de amenazas que le prohibía acercarse a su expareja a menos de 500 metros durante 22 meses.
Comenzó una relación sentimental con su hija
El procesado estuvo compartiendo domicilio con su entonces pareja sentimental. Y desde mayo de 2021 comenzó a comportarse con ellos la hija de la mujer. El supuesto homicida y la hija comenzaron una relación sentimental que mantuvieron en secreto y de la que la religiosa no se apercibió.
Encima, y aunque el procesado tenía ya la prohibición de acercarse o comunicar con ambas mujeres, el 23 de diciembre de 2022 realizó cuatro llamadas a la víctima desde su teléfono y otra más al día posterior desde el teléfono de su compañero de tierra. Ese mismo día, y el 26 de diciembre, logró reunirse con ella para entregarle metálico, comida y una carta escrita en la que le pedía perdón.
El procesado volvió a reunirse con la chica y tras permanecer juntos toda la mañana se desplazaron al domicilio del procesado. Una vez allí el procesado, “con talante de zanjar con la vida de la mujer”, le atacó causándole varias heridas que le produjeron la homicidio por shock hemorrágico.
Cuando las autoridades entraron en la vivienda, encontraron el fiambre. Llevaba varias horas muerta. El supuesto homicida tenía heridas de armamento blanca en el cuello, tórax y andorga. El hombre fue trasladado en estado de formalidad al Hospital 12 de Octubre. Fue una psicóloga del Samur yuxtapuesto a agentes de Policía la comunicó a la religiosa de la chica el homicidio.
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